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Personas refugiadas y migrantes se enfrentan al invierno en situación crítica

Fotografía: Kristof Vadino
Persona refugiada se protege ante el frio invierno europeo en Serbia

Personas refugiadas y migrantes se enfrentan al invierno en situación crítica

Madrid, 20 de noviembre de 2017. -Médicos del Mundo (MDM) y Médicos Sin Fronteras (MSF) advierten que a medida que las temperaturas bajan y el invierno se acerca, alrededor de 1.000  personas refugiadas y migrantes siguen durmiendo en las calles de París. Estas personas se encuentran dispersas especialmente a lo largo del noreste de la ciudad y en el municipio de Seine-Saint-Denis.

Las personas refugiadas y migrantes intentan encontrar refugio para esconderse de las autoridades, pero también se ubican cerca del Centro de Recepción de Migrantes en Porte de la Chapelle, en París. En el Centro de Recepción, estas personas pueden comenzar su solicitud de asilo. Las organizaciones que brindan apoyo a las personas migrantes se han establecido también cerca de este lugar.

La situación se está volviendo más difícil para las personas migrantes en París desde que los campos fueron destruidos el 18 de agosto de 2017, cuando más de 2.700 personas vivían en los alrededores de Porte de la Chappelle. Desde entonces las personas migrantes son reubicadas constantemente y hostigadas por las autoridades durante la noche. Estas se ven forzadas a esconderse si quieren poder dormir un poco durante la noche y, frecuentemente, no tienen ningún tipo de colchoneta, manta o tienda que les brinde refugio.

“La lluvia y la policía hacen que la situación en este lugar sea insoportable. La lluvia nos obliga a congregarnos debajo de los puentes y cuando logramos instalar un refugio, la policía llega y nos pide que nos movamos del lugar,” dice Ibrahim*, de Sudán. “Desde que me fui de Sudán he estado siempre en movimiento y la policía me ha seguido constantemente., No pensé que el trato sería igual en Francia. Aquí no tengo ningún lugar donde dormir. Cuando logramos sentarnos en algún lugar, la policía llega y nos dice que nos vayamos. La policía nos despierta en medio de la noche para que nos vayamos. Cada vez que nos dicen eso les contestamos: ‘Irnos, ¿pero a dónde? ¿Dónde podemos ir?’, y contestan: ‘No lo sé, solo váyanse’. No tengo ninguna otra opción más que solicitar asilo aquí. E n Sudan solo hay muerte”.

Al ser invisibles para la población local y estar aisladas en las calles de París, el acceso a la atención médica y servicios básicos es cada vez más difícil para estas personas. Todos los días, tanto en nuestras clínicas como en los asentamientos callejeros, nuestros equipos médicos ven cómo la salud de los migrantes está empeorando. Esto es más real ahora que nunca, ya que se acerca el invierno y no tienen ninguna posibilidad de tener acceso a un refugio adecuado y a servicios básicos.

“La temperatura ha descendido y las personas migrantes siguen viviendo en las calles sin ninguna solución a su situación de refugio”, dice Corinne Torre, coordinadora general de Médicos Sin Fronteras en Francia. “Ni siquiera tienen permitido asearse al aire libre. Su única opción es utilizar las instalaciones de los baños públicos, pero frecuentemente tienen que pagar para usarlas y en algunas ocasiones son rechazadas. Debido a las terribles condiciones a las que se enfrentan, hay riesgo de que aumenten las infecciones de la piel y los casos de sarna”.

Además, la política hace más difícil la vida de las personas migrantes y refugiadas que solicitan asilo, moviéndolas constantemente, existiendo una gran falta de información disponible para estas personas. Esto provoca que quienes ya están en un estado muy vulnerable después de haber soportado un viaje traumático para llegar a París, lo sean aún más. Francia está intentando negar a las personas refugiadas y migrantes sus necesidades básicas en lugar de crear un ambiente en el que sean bienvenidas con dignidad y respeto, como personas.

“Esta situación es absurda y he conocido varios campos de personas refugiadas en África,” dice Jemal*, un refugiado de Etiopía que lleva un mes en París. “Ahí, los campos de las Naciones Unidas pueden ser caóticos y precarios, pero al menos la mayoría del tiempo teníamos una tienda de campaña, algo de comida, acceso a información y seguridad. La única información que tenemos en este lugar son rumores y la policía nos persigue como si fuéramos criminales”.

El 27 de julio de 2017 Emmanuel Macron, presidente de Francia, prometió asegurarse de que las personas que pedían asilo en Francia fueran alojadas. Dijo que no quería ver a ningún hombre o mujer en las calles a finales de este año. MSF y MDM instan a brindar un acceso inmediato e incondicional a un refugio más humano para refugiados y migrantes; y a detener el hostigamiento por parte de la policía.

“Se acerca el invierno, así que no es momento para palabrerías sobre esta situación. Los migrantes necesitan urgentemente acceso a refugios y necesitamos que rápidamente se abran más centros de recepción”, dice la Dra. Francoise Sivignon, presidenta de MDM en Francia. “Es vital que los migrantes sean protegidos y reciban el apoyo que necesitan. Las autoridades públicas deben actuar tan rápido como sea posible”.

*Los nombres han sido cambiados.

 

Irene G. Dugo (Médicos Sin Fronteras) – irene.dugo@madrid.msf.org – 646 017 307

Celia Zafra (Médicos del Mundo) – celia.zafra@medicosdelmundo.org - 629 21 47 55