12 millones de personas no tienen acceso a la sanidad por falta de financiación

"La dimensión, la gravedad y la complejidad de las necesidades en toda Siria siguen siendo abrumadoras. La población civil continúa siendo la más afectada por un conflicto marcado por un sufrimiento, una destrucción y un desprecio por la vida humana sin precedentes"  OCHA 2022 

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Madrid/Bruselas, 9 de mayo de 2022.- Once años después del inicio del conflicto en Siria, la situación humanitaria sigue siendo grave. Las hostilidades continúan sin resolverse, dejando en la actualidad a 14,6 millones de personas sin cobertura de sus necesitades básicas para vivir. Casi 7 millones de personas son desplazadas internas mientras que 6,7 millones huyeron del país en busca de refugio. La situación ha empeorado debido a factores humanos y climáticos, como el limitado acceso al agua y a la energía, mientras que la falta de alimentos unido a la devaluación de la moneda siria, han dejado al 90% de la población bajo el umbral de la pobreza.  

Un total de 4.400 millones de dólares se solicitaron para financiar el Plan de Respuesta Humanitaria para Siria (HRP) 2022-2023, pero hasta ahora sólo se ha cubierto el 8,1%.  

La financiación de las necesidades sanitarias humanitarias requiere una acción urgente 

En la actualidad, 12 millones de personas en Siria tienen problemas de salud, de los cuales 8 millones tienen problemas de salud graves. Casi la mitad de ellos -el 44%- son niños, niñas o adolescentes. Las enfermedades no transmisibles -como son el aumento de la tensión arterial, la diabetes o el sobrepeso y la obesidad- representan el 45% de la mortalidad registrada.  

Los daños provocados por el conflicto y la grave escasez de recursos han dejado al sistema sanitario del país, incapaz de responder a las necesidades sanitarias de la población. En 2021, sólo el 56% de los centros de atención primaria de salud y el 63% de los hospitales estaban en pleno funcionamiento. 

Apenas se ha proporcionado el 2,1% de los fondos necesarios para el sistema sanitario en Siria, lo que deja un déficit de financiación de 582 millones de dólares. 

En las regiones en las que trabaja nuestra organización, la situación sanitaria sigue siendo crítica y la falta de financiación no hará sino empeorarla. 

En el noroeste de Siria sólo funcionan 426 centros de salud, que atienden a 4,4 millones de personas, de las cuales 3,1 millones necesitan asistencia sanitaria. Uno de los ámbitos en los que esta escasez impacta especialmente es el de la atención a la salud sexual y reproductiva. 

La situación no es mejor en el noreste, donde problemas similares se han visto agravados por la crisis del río Éufrates de 2021, que provocó un brote de enfermedades transmitidas por el agua y de leishmaniasis que afectó al 7% de la población.  

Mientras que en el sur de Siria, el limitado número de instalaciones sanitarias operativas y de recursos humanos, entre otros, ha dejado a la población local sin otra opción que acudir a clínicas privadas, con precios tan elevados que están fuera del alcance de la mayoría de la población. El gasto directo en salud ha hecho que muchas personas no puedan acceder al sistema sanitario o se encuentren con dificultades económicas debido al pago de los servicios de salud. 

La COVID-19 también sigue siendo un grave problema en el país, con cifras en aumento. El noroeste registró 5.386 nuevos casos en marzo de 2022, con un total de 102.884 casos y 2.459 muertes. Mientras que en zona noreste del país, hasta el 2 de abril, se registraron 38.522 casos y 1.645 muertes. 

En el marco de la celebración de la VI Conferencia de donantes sobre Siria que tendrá lugar mañana, 10 de octubre, en Bruselas, la Red Internacional de Médicos del Mundo insta a todos los donantes, pero en particular a las instituciones de la Unión Europea y a sus Estados miembros, a renovar su compromiso con la población siria aumentando su financiación a los diferentes actores humanitarios que responden a las necesidades de la población en todo el país y, en particular, a sectores en situación crítica, como la salud.

Necesidad urgente de integrar una respuesta nutricional

l 71% de las personas que ejercen como cabeza de familia en Siria consideran que la asistencia alimentaria y nutricional es la necesidad más acuciante, mientras que 12,4 millones de personas experimentan inseguridad alimentaria, y 1,3 millones se enfrentan a una inseguridad alimentaria grave. Se calcula que 5,5 millones de personas necesitan atención nutricional, de ellas, una de cada tres es menor de 17 años. Hay 873 095 personas con necesidades nutricionales severas, mientras que 2,4 millones de personas tienen necesidades extremas y 2,1 millones tienen necesidades catastróficas. Se espera que el número de personas que requiera atención nutricional siga aumentando en 2023. Los grupos más vulnerables son las madres y menores de 6 años, 3,8 millones de niños y niñas sufren desnutrición crónica y aguda.   

Sin embargo, se calcula que un millón de personas están en riesgo de inseguridad alimentaria. En abril de 2019, la última encuesta SMART, realizada en Idlib, y en la zona rural de Alepo, informó de que las tasas de retraso en el crecimiento entre los niños de 6 a 59 meses se situaban en torno al 19,3%. 

En el noreste del país, el 15% de los niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica y el 5% sufren desnutrición aguda. Además, la tasa global de desnutrición aguda ha aumentado del 1,7% en 2020 al 4,7% en 2021. 

Los fondos asignados al componente de nutrición del Plan de Respuesta Humanitaria siguen siendo extremadamente bajos: solo un 1%. Se necesitan inmediatamente al menos 124 millones de dólares.  

Instamos a todos los donantes, pero especialmente a las instituciones de la UE y a sus Estados miembros, a que proporcionen una financiación adecuada al sector de la nutrición. Los efectos de la malnutrición en la infancia son irreversibles, la respuesta no puede retrasarse más. 

Los ataques dirigidos a la asistencia humanitaria en materia de salud siguen siendo un desafío crítico 

La Resolución 2286 (2016) del Consejo de Seguridad de la ONU condena "los actos de violencia, los ataques y las amenazas contra las personas heridas y enfermas, el personal médico y el personal humanitario dedicado exclusivamente a tareas médicas, sus medios de transporte y su equipo, así como los hospitales y otras instalaciones médicas [...]". Sin embargo, las instalaciones sanitarias en Siria siguen siendo atacadas. Durante el primer trimestre de 2022, se produjeron tres ataques contra instalaciones y personal sanitario. Dos de estos ataques afectaron a infraestructuras sanitarias, y tres a pacientes o al personal. Como resultado, murieron dos profesionales sanitarios. Los ataques contra la asistencia sanitaria van en aumento, especialmente en el sur de Siria, y el número total de los registrados en 2021 supera las cifras de 2020.  

Los trabajos de rehabilitación de instalaciones sanitarias siguen siendo insuficientes. Según los datos recogidos a principios de 2022, sólo se han rehabilitado tres instalaciones sanitarias en la región del noroeste de Siria.  

El Derecho Internacional Humanitario y los principios humanitarios deben ser respetados por los Estados y todas las partes en conflicto. 

Hacemos un llamamiento a los Estados miembros de la UE para que cumplan con su obligación de respetar y hacer respetar el Derecho Internacional Humanitario, tal y como se establece en el artículo común 1 de los Convenios de Ginebra.  

Por lo tanto, pedimos al sistema de Naciones Unidas y a los Estados miembros de la UE que presionen al gobierno de Siria para que investigue a fondo y enjuicie todos los ataques contra el personal y las instalaciones sanitarias para garantizar la rendición de cuentas.  

Los Estados miembros de la UE deben hacer uso de la jurisdicción universal en caso de que no se tomen medidas significativas.  

El trabajo de Médicos del Mundo en la zona

Médicos del Mundo comenzó sus actividades en 2008, prestando servicios de atención primaria de salud en la gobernación de Alepo en colaboración con la Media Luna Roja Árabe Siria (SARC), antes del comienzo del conflicto. Con el estallido de las hostilidades, Médicos del Mundo adaptó su respuesta para atender mejor las necesidades de la población siria.  

Durante los últimos once años del conflicto sirio, Médicos del Mundo ha participado en numerosas actividades médicas humanitarias destinadas a ayudar a las personas que sufren la guerra. La complejidad del conflicto -con numerosos actores, acceso limitado, ataques directos al personal y a las instalaciones sanitarias, y necesidades masivas- ha dado lugar a una respuesta igualmente compleja. Médicos del Mundo lleva a cabo actividades directamente o a través de asociaciones con actores locales en el noroeste, noreste y sur de Siria y en los países cercanos con las personas refugiadas sirias.