Alrededor de 200.000 personas refugiadas y desplazadas malís precisan ayuda humanitaria

Desde Médicos del Mundo expresamos nuestra preocupación por la crisis humanitaria que vive el Sahel, en donde la inestabilidad política, la crisis económica, la hambruna y la pobreza extrema impiden el acceso a la salud de gran parte de la población. A raíz del golpe de estado de Mali, instamos a las autoridades malís y a las partes en el conflicto a que permitan el acceso humanitario a las poblaciones más vulnerables desplazadas.

Desde que el pasado 17 de enero comenzase la ofensiva independentista tuareg, unas 200.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus viviendas en Malí. La mitad de ellas se ha refugiado en Mauritania y Burkina Faso, mientras que la otra mitad se ha desplazado al interior del país. El golpe militar viene a incrementar la inestabilidad en la zona y a exacerbar esta situación humanitaria.

A la crisis de refugiados y desplazados se suma, tanto en Malí como en toda la franja del Sahel, una grave crisis alimentaria debido a la sequía, el rápido crecimiento de la población, la caída de las remesas enviadas por emigrantes afectados por la crisis económica y la situación de extrema pobreza que viven estos países.

No sólo las alrededor de 200.000 personas desplazadas precisan ayuda urgente, sino que son entre 10 y 14 los millones de personas que necesitan alimentos en el Sahel y la ONU advierte de que el número podría aumentar hasta los 23 millones.

Nuestra respuesta

A través de nuestra Red Internacional, seis equipos intervienen en el norte de Mali, donde han llegado ya cinco toneladas de material médico. Dos equipos intervienen en los campos de refugiados en Burkina Faso.

Además, Médicos del Mundo España intervenimos en el Sahel desde los años noventa trabajando con la población más vulnerable en la mejora de sus condiciones de vida a través de la realización efectiva de su Derecho a la Salud. En Mali, Burkina Faso, Mauritania y Senegal, trabajamos en el fortalecimiento de los sistemas públicos de salud y de las comunidades.

Ante la crisis actual, hemos comenzado a reforzar el componente nutricional de sus proyectos de cooperación al desarrollo además de visitar los campamentos de personas refugiadas malís en Mauritania y Burkina Faso para identificar las necesidades sanitarias que precisen una respuesta inmediata.