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Condenamos el ataque a un equipo de Médicos Sin Fronteras en El Salvador

Fotografía: Médicos del Mundo

Condenamos el ataque a un equipo de Médicos Sin Fronteras en El Salvador

Las organizaciones humanitarias no podemos ser objetivo en los conflictos. Una vez más reclamamos respeto por el trabajo humanitario y protección a quienes lo desempeñan.  

Sufrir ataques cuando se está intentando salvar vidas no debiera ser algo normal. Pero es lo que le ocurrió ayer a un equipo de Médicos Sin Fronteras en El Salvador. Los integrantes del equipo, un médico y un auxiliar de enfermería/conductor, fueron detenidos cuando se dirigían a responder a una llamada urgente. Fueron obligados a bajar del vehículo, interrogados, amenazados y agredidos por parte de un grupo armado no identificado. 

Este servicio de ambulancias trabaja de la mano con el Sistema de Emergencias Médicas y atiende cualquier emergencia las 24 horas de los 7 días de la semana en todo el municipio de Soyapango e Ilopango y otras zonas cercanas que son estigmatizadas debido a la violencia. 

Como consecuencia de este ataque, MSF ha suspendido temporalmente sus operaciones en el país hasta que se esclarezcan las causas de este incidente y se garantice la seguridad de sus equipos. Esto resultará en que muchas personas que se encuentran en situaciones de emergencia no podrán recibir atención sanitaria. 

El personal de nuestra organización en todo el mundo sufre riesgos similares, por lo que entendemos muy bien la situación que atraviesan l@s compañer@s de MSF. Las organizaciones humanitarias no podemos ser objetivo en los conflictos. Reclamamos una vez más respeto por el trabajo humanitario y protección a quienes lo desempeñan.  

Por ello, hemos suscrito el comunicado conjunto impulsado por la Mesa de Sociedad Civil contra el Desplazamiento Forzado, solicitando que se respete el trabajo humanitario que cada una de las organizaciones no gubernamentales realiza en El Salvador, ya que durante años estas entidades han trabajado por acercar servicios médicos, psicosociales, educativos y humanitarios para salvar vidas, aliviar el sufrimiento, proteger los derechos fundamentales y defender la dignidad de las personas afectadas por crisis y desastres, incluidas las víctimas de la violencia en el país centroamericano. 

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