Día Mundial Humanitario: la crisis climática agrava las condiciones de vida de millones de personas

Madrid/Bor, 19 de agosto de 2021.- La crisis climática obliga a millones de personas en el mundo a depender de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Así lo recuerda este año Naciones Unidas y las ONG en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra cada 19 de agosto. Es el caso extremo de la población sursudanesa, quien, aún sin recuperarse de las peores lluvias del último siglo, mira con miedo el pronóstico de los próximos meses. Mientras, sufren elevados índices de malnutrición, falta de acceso a servicios básicos de salud, al agua, pérdida de cultivos y ganado y a veces incluso de sus hogares.

En Sudán del Sur, el país más joven del mundo, más de ocho millones de personas necesitan asistencia humanitaria, según la ONU. Las comunidades sursudanesas se han visto muy afectadas por la violencia interna en los últimos meses y por un segundo año consecutivo de inundaciones que afectaron a más de 900.000 personas.

Casi la totalidad de los servicios médicos están apoyados por organizaciones internacionales como Médicos del Mundo, ya que el país africano tiene un precario sistema de salud. “Las últimas inundaciones en el país han tenido repercusiones drásticas: los índices de malnutrición pueden compararse a los de 2017, cuando comenzamos nuestro trabajo en el país, y hay zonas declaradas en hambruna. Hay comunidades con las que trabajamos que después de un año siguen desplazadas y ya ha empezado la nueva época de lluvias. No hay viso de que vaya a mejorar”, alerta Helea Saiz, coordinadora de Emergencias de Médicos del Mundo España.

En Sudán del Sur los centros de salud se desplazan junto a sus comunidades para atender sus necesidades extremas

En este país de casi 11 millones de habitantes, acostumbrados a vivir en movimiento, desplazándose por la crudeza de un conflicto y las consecuencias de la crisis climática, Médicos del Mundo observa una peculiaridad: los centros de salud se desplazan junto a sus comunidades para atender sus necesidades extremas.

Y no solo en Sudán del Sur, en Médicos del Mundo hemos sido testigos de cómo más de 700.000 personas se han visto obligadas a desplazarse en Cabo Delgado, Mozambique, por el ciclón Idai, así como por la violencia causada por el terrorismo yihadista en los últimos meses. Este desplazamiento masivo de la población copa las pocas infraestructuras de salud existentes.

El personal humanitario, objeto de ataques y de limitaciones a su trabajo

Además de la crisis climática y la violencia, los países con necesidad de ayuda ven con impotencia como a menudo el personal humanitario no consigue llegar a ellos. Desde hace años se restringe su acceso a las zonas donde está la población con mayores necesidades, como ocurre en Siria, lo que supone un incumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH) .

Médicos del Mundo recuerda que es clave que se deje acceder a los actores humanitarios, con el fin de llegar a las poblaciones más vulnerables en todo el mundo. “Cada vez hay menos respeto al trabajo que hacemos las ONG humanitarias, cada vez se hacen menos corredores humanitarios y hay más riesgo para el personal humanitario, sobre todo para el local”, reivindica Saiz.

La seguridad del personal humanitario se ve más amenazada que nunca. En 2019 fue un año récord en el número de ataques a personal humanitario y 2020 ha sido igual de violento: 475 trabajadores atacados, 108 muertos, 242 heridos y 125 secuestrados.

Finalmente, Médicos del Mundo hace un llamamiento a una mayor financiación de la acción humanitaria, ya que en 2020 crecieron las necesidades pero no aumentó la aportación de los países. “Hay que financiar de manera prioritaria el trabajo en reducción del riesgo de desastres para adaptarnos a la crisis climática, así como medidas de mitigación”, apunta Emiliana Tapia, responsable de Incidencia Política Internacional de Médicos del Mundo.

Asistencia humanitaria en el terremoto de Haití del 14 de agosto de 2021. ©Médicos del Mundo Canadá