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La violencia que no cesa: curar sin medicamentos

Fotografía: ® Pietro Chekal / Médicos del Mundo

La violencia que no cesa: curar sin medicamentos

Médicos del Mundo seguimos trabajando sin descanso en Ucrania para garantizar el derecho a la salud tras la intensificación de los ataques en las últimas semanas. En estos seis meses y medio de guerra, 631 infraestructuras de salud han sido afectadas por ataques; 100 personas han sido asesinadas y 129 heridas en este contexto. La violencia armada ha impactado especialmente contra centros de salud y personal sanitario: 82 ataques han sido contra transporte sanitario como ambulancias y 61 de ellos contra personal sanitario, según el sistema de vigilancia de ataques a la salud, una herramienta de monitoreo de la OMS.

Esta escalada de violencia está repercutiendo en el funcionamiento de los centros de salud y las farmacias, en la producción y en las cadenas de suministro de los medicamentos. A menudo solo funciona un número limitado de farmacias y no hay medicamentos disponibles. Algunos de los productores nacionales no funcionan o tienen una producción limitada. Además, hay interrupciones en el funcionamiento del programa de reembolso estatal de medicamentos y esto conlleva a un deterioro de la situación socioeconómica de la población. Más de seis millones de personas son desplazadas internas que intentan cubrir alojamiento, comida, ropa y otros gastos estando a menudo sin trabajo, por lo que en muchas ocasiones no pueden permitirse comprar los medicamentos prescritos y dependen de la ayuda humanitaria. 

Además, en muchas estructuras es necesaria la rehabilitación de la conexión a Internet y la instalación de equipos informáticos sin los cuales el personal sanitario no puede emitir recetas ni hacer derivaciones a los pacientes. 

 

Las peticiones más frecuentes ahora de la población ucraniana son tratamientos para la hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares. En segundo lugar, enfermedades crónicas como diabetes de tipo II y enfermedades musculoesqueléticas. Además, debido al frío que comienza a acuciar, se necesitan tratamientos para enfermedades respiratorias agudas y alergias; y por supuesto son muchas las personas que se quejan de estrés que se manifiesta en trastornos del sueño, aumento de la ansiedad, etc. 

Preocupan también tratamientos para las enfermedades no transmisibles, el apoyo a la salud materna, neonatal e infantil, salud mental y la respuesta a la COVID-19.  Los botiquines de primeros auxilios y desinfectantes son otras de las peticiones que nos llegan, también para atender a las personas que están en los refugios colectivos.

 

Estar donde se necesita en una guerra 

 

Desde el inicio de las hostilidades, Médicos del Mundo ha dirigido sus esfuerzos a respaldar el sistema de salud púbico, apoyando las infraestructuras sanitarias con medicamentos, equipos sanitarios, consumibles médicos y kits de maternidad, entre otros. Hemos logrado llegar a unas 400,000 personas –directa e indirectamente- con casi 10.000 consultas médicas y psicológicas en varias provincias del país.  

Cuando el sistema sanitario experimenta un déficit de personal, interrupciones en los suministros médicos, daños o destrucción de los centros de salud, farmacias, problemas de transporte o falta de fondos, por ejemplo, también prestamos servicios sanitarios directos. Con el apoyo de dos unidades móviles, logramos llegar a zonas donde la población no puede desplazarse debido a los bombardeos y la escasez de combustible, por ejemplo. Así diagnosticamos y proporcionamos a los pacientes los medicamentos prescritos de forma gratuita.