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Luchas que no siempre se ganan

Fotografía: Médicos del Mundo

Luchas que no siempre se ganan

Recordamos a nuestro compañero Jorge Silva, fallecido hace unos días, en el Día Mundial del Sida, un campo en el que trabajamos con determinación desde hace más de 25 años.

Hay personas que se van y con su marcha se llevan un poquito de justicia, de activismo, de profesionalidad y de razón. Nuestro compañero Jorge Silva se fue hace unos días, tras dedicar una vida entera al activismo de la sociedad civil en su país, en Angola, donde trabajó con Médicos del Mundo desde 2012. 

Pedagogo de formación, se incorporó como educador sanitario, después pasó a ser técnico de promoción comunitaria y más tarde técnico para el trabajo con organizaciones de la sociedad civil. 

Silva fue fundador de la Asociación de los Amigos de los Seropositivos (ANASO) y de la Red Nacional de personas viviendo VIH/Sida, de la que fue presidente y vicepresidente durante varios años. En esta firme lucha, Jorge formó parte del movimiento que consiguió el acceso universal a los antirretrovirales en Angola y participó en el tejido de las principales redes de acompañamiento a personas seropositivas y sus familias en el país.

Su conocimiento sobre el contexto político y social de Angola, de las estructuras de salud y de los movimientos sociales fue fundamental para acercarnos a comprender la situación del derecho a la salud. También, gracias a su trabajo fue posible trabajar con diferentes organizaciones sociales que conformaron la Red por el Derecho a la Salud en Kuanza Norte.

Como parte del equipo y familia que formamos en Médicos del Mundo en Angola,  Jorge ejerció un papel de cuidador  y crítico, con una enorme responsabilidad ante los constantes desafíos que implica nuestro día a día. Siempre tenía palabras en los momentos difíciles, con su calma y sabiduría templaba los ánimos y daba fuerza a quién lo necesitara, ya que defendía que, aun habiendo dificultades, la fuerza de lo colectivo vencería. Su positividad, sinceridad y sentido del humor nos dejan aprendizajes que se quedan para siempre en nuestros valores.

Jorge era seropositivo y siguió adelante todos estos años a pesar de que la medicación que utilizaba llegaba tarde y mal. A la par, sensibilizaba sobre la injusticia que viven las personas que no son atendidas como merecen por un Estado corrupto y por las inaceptables desigualdades a nivel global que afectan la salud y la vida de las personas.

Los antirretrovirales que se distribuyen en Angola son de primera generación, lo que implica duros efectos secundarios y la paulatina aparición de enfermedades y resistencia. A Jorge dejaron de hacerle efecto. Lamentablemente, en los últimos meses le fue imposible acceder a un tratamiento más adecuado por falta de recursos y rechazo de visados para tratarse en otro país. Luchaba con optimismo, pero su muerte llegó, y era evitable.

Jorge deja tres hijos y dos hijas que viven en Luanda con Helena, su esposa. La pérdida de un compañero como Jorge, a sus 40 años, es un durísimo recordatorio de la crudeza del mundo en que vivimos y también del valor de la amable resistencia y la necesidad de que se mantengan vivas las redes que hacen posible sostener la vida.

"Viver por nosotros mesmos e estender as maos a quem precise"

Obrigados e obrigadas Jorge, estamos juntos, mesmo en lugares diferentes. Sempre lembrado as tuas palavras "Viver por nosotros mesmos e estender as maos a quem precise".