Dona

Nepal, apoyo psicológico y social para reconstruir vidas

Grupo de madres en fila para recoger galletas en Complejo Militar junto a Ratna Park de Kathmandú

Nepal, apoyo psicológico y social para reconstruir vidas

además de la reconstrucción de edificaciones, también es necesario reconstruir las vidas de las 5,6 millones de personas que sobrevivieron al seísmo.

Madrid, 11 de agosto.- Los terremotos que asolaron Nepal los días 25 de abril y 12 de mayo dejaron un rastro de muerte y destrucción que no sólo provocó daños físicos y materiales, sino también emocionales.

Tras el primer terremoto, nuestra organización fue destinada a actuar en Ramechhap, uno de los distritos afectados. Una vez allí, y después de escuchar a la comunidad, se llegó a la decisión conjunta de que una parte de su actividad sería reforzar la atención psico-social de la zona. 

Y ahora ¿cómo empezar a apoyar psicológicamente a la población? Para desarrollar la actividad es necesario conocer cómo una catástrofe como esta afecta a la comunidad. Se estima que las necesidades de atención por trastornos mentales tras una catástrofe natural se incrementan de un 10% de la población a un 15 o un 20% tras ésta, y que cuanto antes se realiza la intervención psico-social, más efectiva es la prevención de casos de trastornos. Esto es fácil de entender por el impacto que un acontecimiento como este provoca en cualquier lugar del mundo.

Sin embargo, esta información no es suficiente, ya que también hay que comprender el contexto del lugar donde se va a trabajar, es decir, la situación previa de Nepal, más allá del terremoto. En primer lugar, Nepal estaba en uno de los puestos más bajos de Índice de Desarrollo Humano (el 145) antes del temblor. Una guerra civil que duró 10 años y terminó en 2006 dejó 13.000 desaparecidos y una herida que aún no ha cicatrizado completamente. Por otro lado, la situación de las mujeres es alarmante: un 81% de las que viven en zonas rurales sufren algún tipo de violencia doméstica y la causa principal de muerte de mujeres entre 15 y 49 años es el suicidio. Existen otros problemas que conviven junto a estos, como el abuso de alcohol o el estigma en salud mental, ya que las personas que sufren algún tipo de trastorno psicológico suelen ser discriminadas. Entonces ¿cómo afrontar esta situación cuando en este distrito no hay psiquiatras ni psicólogos y en las consultas no existe la intimidad para los pacientes?

Estos son sólo algunos elementos de la complejísima situación de Nepal. Lo que hay que entender es que, una vez pasada la fase de emergencia, no sólo hay que trabajar sobre las consecuencias del terremoto, sino también sobre los problemas estructurales que hacen sufrir a la población.

 Podría plantearse una intervención en la que un equipo de profesionales acudieran a Nepal para atender las necesidades de la comunidad, pero eso no provocaría un cambio permanente; perseguimos el cambio social en todos nuestros proyectos. Así pues, la forma de trabajar está basada una estrategia que tiene dos partes: Por un lado, se atiende a quienes atienden, es decir, aquellas personas que además de haber sufrido el terremoto, cuidan a la población debido a su profesión y están expuestas a más sufrimiento por ello. Estamos hablando de personal sanitario, profesorado y agentes comunitarios (de diversa procedencia en la red comunitaria, como organizaciones locales, promotores de salud, comités de madres, etc) Los primeros meses realizamos esta fase, y a finales de julio comenzamos con la otra parte de la intervención, que es formar a estas personas para que puedan atender necesidades psicológicas en cualquier situación.

Fin De Curso De Salud Mental Y Psico Social - MdM España

Imagen: fin de curso de salud mental y psicosocial

En Ramechhap, la única psicóloga que hay se llama Cristina y pertenece al equipo expatriado de Médicos del Mundo. Aparte de ella, tan sólo hay 10 diez profesionales con una formación especializada en psicología que, en el caso más longevo, duró tan sólo seis meses. Estas diez personas pertenecen en su mayoría a organizaciones locales, y se han desplazado a la región como respuesta al terremoto. Son quienes  tienen el peso de la intervención, realizando el trabajo en la comunidad, y por ello trabajamos para apoyarles en los casos que reciben habitualmente. Formando y apoyando a estas personas y a los y las profesionales que atienden a la población, pretendemos que se dé un cambio a la hora de atender necesidades psicológicas de la comunidad y en la manera de entender los trastornos psicológicos. Este es el reto, y en este momento, tras haber realizado una primera fase de atención, el trabajo de formaciones está en pleno proceso.

 Más información:

En nuestro canal de YouTube existen entrevistas a diferentes profesionales que han actuado en la emergencia de Nepal.