Profesionales de la salud movilizados/as con curaresunderecho.org

El acceso a la salud sin discriminación para todas las personas es un derecho humano reconocido en los principales instrumentos legales y normas internacionales. Sin embargo, en Europa la mayoría de las leyes nacionales discriminan abiertamente a las personas inmigrantes sin permiso de residencia, negándoles el acceso a la asistencia sanitaria incluso en situaciones de urgencia o durante el parto.

Desde Médicos del Mundo y la red de organizaciones HUMA (por sus siglas en inglés,"Salud para migrantes indocumentados y solicitantes de asilo")hemos puesto en marcha una campaña dirigida al personal sanitario en 12 países europeos por una atención médica sin discriminación para todas las personas residentes en la Unión Europea, independientemente de su situación administrativa. Las adhesiones se reúnen a través de la web de la campaña "Curar es un derecho" y de Facebook.

"Con esta acción -explica Flor Martín, vocal de Movilización Social de Médicos del Mundo-queremos que los profesionales de la salud nos ayuden a hacerle entender a la ciudadanía y, desde luego, a nuestros gobernantes, que curar es mucho más que una obligación, que es un derecho y que debemos poder ejercerlo sin restricciones".

En la mayoría de los países de la Unión Europea, las personas sin permiso de residencia encuentran numerosos obstáculos de acceso a la atención sanitaria. Dichas trabas son el resultado de:

• leyes que limitan o impiden la cobertura sanitaria,
• la complejidad del sistema de salud,
• denegaciones infundadas del acceso a los servicios médicos y sanitarios,
• pero también del miedo de estas personas a que se les denuncie o se les detenga.

En algunos estados, la legislación llega incluso a incluir disposiciones que penalizan la asistencia a personas inmigrantes sin permiso de residencia aunque ésta se realice sin ánimo de lucro.

Muchas de estas situaciones son contrarias a la deontología médica, que recuerda que “toda persona tiene derecho, sin discriminación, a una atención médica adecuada” (Adoptada por la 34ª Asamblea Médica Mundial).

La campaña “Curar es un derecho” ya cuenta con el apoyo de organizaciones médicas y sanitarias europeas y nacionales. Así, se han sumado a la declaración 32 asociaciones de profesionales de la salud, entre ellas la Standing Committee of European Doctors, la European Federation of Salaried Doctors o la European Federation of Nurses Associations.

En España ya la han rubricado la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, y la Asociación de Estudiantes de Medicina para la Cooperación y Desarrollo entre otras.

"Es importante que las y los profesionales sanitarios reafirmemos el cumplimiento de nuestra deontología y solicitemos a las autoridades que nos permitan proporcionar el acceso a la salud de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, especialmente del colectivo de inmigrantes sin permiso de residencia", añade Flor Martín.

La Declaración y las firmas reunidas serán presentadas en audiencia pública en el Parlamento Europeo el próximo día 22 de marzo, coincidiendo con la votación del informe sobre inequidades en el acceso a la salud en Europa. Además, serán entregadas a los ministros y ministras de Sanidad de los países miembro de la Unión Europea, promoviendo que sean tomadas en cuenta las demandas del personal sanitario tanto en el ámbito de las normas comunitarias como en cada estado de la Unión.

Compromiso de la profesión médica

Desde el Juramento Hipocrático hasta la adopción en 1948 de la Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial (AMM), la profesión médica ha expresado en forma de código deontológico su compromiso con la misión de proteger la salud de la población sin ningún tipo de discriminación.

"Cuando la legislación, una medida del gobierno, o cualquier otra administración o institución niega estos derechos al paciente, el personal médico debe buscar los medios apropiados para asegurarlos y restablecerlos", según recoge la Declaración de Lisboa de la AMM sobre los Derechos del Paciente. En este sentido, el personal médico y los organismos que proporcionan atención médica tienen la responsabilidad de reconocer y respetar estos derechos.