Rohingyas en Bangladesh

Muchas de estas personas refugiadas se han establecido en campamentos inhóspitos, con escasez de alimentos y agua. Además, el acceso a la asistencia sanitaria es extremadamente limitado. Casi el 80% de las personas refugiadas son mujeres (incluyendo mujeres embarazadas) niños y niñas.

Mapa rutas migratorias del pueblo Rohingya

Nuestra organización, a través de su Red Internacional, envió un equipo de emergencia a Bangladesh, fortaleciendo así el apoyo a nuestros socios nacionales en sus respuestas humanitarias. También estamos apoyando activamente al gobierno de Bangladesh en la gestión de la provisión de los servicios de salud - incluyendo la atención primaria y mental para quienes han sido testigos o experimentado violencia extrema. Seguimos supervisando la situación de emergencia en Myanmar y Bangladesh y proporcionaremos más información sobre nuestras actividades a medida que estén disponibles.

La doctora Nassrim señala que en el campo médico de Putibunia, donde nuestra organización está trabajando desde principios de septiembre, hay 50.000 personas refugiadas procedentes de Myanmar y cada día se suman entre 250 y 300 nuevos pacientes. "El equipo médico, formado por 7 personas, es mayoritariamente femenino. Eso aumenta la confianza de las pacientes, que son mayoritariamente mujeres, niñas y niños. Los síntomas que más atendemos son toses, resfriados, diarreas y disentería, que aperecen en las condiciones higiénicas deplorables en las que viven. También sufren enfermedades cutáneas. A todas estas personas les proporcionamos medicación y atención médica."

Sajjad, psicólogo también en el mismo campo que Nassrim, comenta que muchas de las personas que llegan sufren de depresión y problemas psicológicos que se incrementan día a día. También hay pacientes que han sufrido violaciones y heridas con pelotas de goma. "Me han mostrado vídeos en los que hay personas que han sido asesinadas con cuchillos, chicas con los senos cortados, personas decapitadas o con los dedos cortados que son arrojadas con vida a las llamas", añade Sajjad.