Dona

Un premio a la traición de los valores europeos

Fotografía: Olmo Calvo
Personas refugiadas bloqueadas en Serbia sin poder continuar su camino.

Un premio a la traición de los valores europeos

Cuesta entender que se otorgue este reconocimiento a una institución que si por algo se ha caracterizado en los últimos años ha sido precisamente por traicionar sus valores fundamentales, dando una respuesta a la situación de las personas migrantes y refugiadas que atenta contra el derecho internacional y contra los derechos humanos.
Esencial

El mismo año en el que al menos 1.600 personas han muerto en el Mediterráneo tratando de alcanzar Europa, la Unión Europea recibe el premio Princesa de Asturias de la Concordia.

Cuando el Mar Mediterráneo se ha convertido en una gran fosa común, cuando se han vallado kilómetros de fronteras, cuando la represión a quienes intentan acceder a territorio europeo ha aumentado, cuando más de 72.000 personas permanecen atrapadas en la zona de los Balcanes debido a la lentitud en el proceso de reubicación, este galardón ha generado una ola de indignación ciudadana que Médicos del Mundo comparte plenamente.

El amplio operativo desplegado por nuestra organización desde los puntos de salida de las personas refugiadas (como Siria) hasta los países de destino, y sobre todo en los de tránsito (Grecia e Italia), nos proporciona datos de primera mano del sufrimiento y el desamparo que sufren familias enteras en su muy humana aspiración por salvar su vida y aspirar a un futuro digno.

Ante este hecho, los Gobiernos europeos y la propia UE han actuado y actúan de una manera inmoral e ilegal a cada paso que dan: el acuerdo firmado el pasado año con Turquía para expulsar a quienes llegan a Grecia vulnera las normas básicas en las que se asienta la Unión. Pero lo más grave es que lejos de disuadir a quienes huyen del terror en Siria, las ha arrojado a un infierno aún mayor, la ruta libia, una de las más peligrosas del mundo. Los terribles naufragios que se registran cada semana en las aguas del Mediterráneo central así lo demuestran.

Además, la UE y los Estados miembros siguen incumpliendo sus propios compromisos: de las 182.000 personas que debía trasladar desde Grecia, Italia y terceros países, solo ha acogido a algo más del 20 por ciento. La sociedad civil no deja de movilizarse, pero Europa ni escucha ni cumple. ¿Merece este desprecio por la vida y por la ley un premio?

Reconociendo que la Unión Europea es un proyecto que en sus 40 años de vida ha tenido luces además de sombras, instamos ahora a sus autoridades a que retornen a las razones que están detrás del nacimiento de la UE como lugar de encuentro, cuyo objetivo era promover la paz y el bienestar de sus pueblos en un espacio sin fronteras. Esperamos que estas palabras resuenen más alto que aquellas que en los últimos años nos llevan a las vallas y a la vulneración de los derechos humanos.

Comunicado de la Coordinadora de ONGD de Asturias ante el premio Princesa de Asturias a la Concordia otorgado a la Unión Europea