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Una testigo protegida reaparece tras 8 años para declarar en un caso de prostitución

Una testigo protegida reaparece tras 8 años para declarar en un caso de prostitución

 

 

 

C. GARCÍA - PONTEVEDRA Después de diez años de retraso y al menos cuatro intentos por celebrar la vista, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra logró ayer que se celebrase, al menos en parte, el juicio contra siete personas acusadas de los delitos de prostitución, contra los derechos de los trabajadores y detención ilegal. Entre los acusados, que se enfrentan a una pena de 10 años de prisión cada uno, se encuentra el principal imputado por la "Operación Carioca", José Manuel García Adán; así como Manuel Manteiga Rodríguez (alias "el Increíble"), conocido como uno de los "reyes" del alterne en Galicia.

 

 

La vista arrancó a pesar de la incomparecencia de dos de los acusados, José Isolino Rico Chorén (alias "el Pelao"); y Manuel Ulloa Manteiga ("el Melenas") quienes se hallan en paradero desconocido. Después de múltiples suspensiones, tanto el fiscal, Augusto Santaló, como el presidente de la Sección Segunda insistieron en celebrar igualmente el juicio. En el caso de que los dos acusados no aparezcan se procederá a declararlos en rebeldía.
De esta forma se tomó declaración a los cinco acusados presentes en la Audiencia de Pontevedra. El fiscal Augusto Santaló los acusa de captar a mujeres en Sudamérica para traerlas a España a ejercer la prostitución, y una vez en territorio nacional despojarlas de su documentación, el dinero y obligarlas a ejercer la prostitución en establecimientos de alterne de Poio (el Oasis), Lugo (O Pazo) y Ourense (el club Keops) en los que al menos una de ellas fue retenida por la fuerza hasta que logró escapar. Uno de los primeros en declarar fue García Adán, quien dijo que la versión que sostiene el fiscal es "mentira" y negó regentar un club de Poio llamado Oasis. Asegura que él solo era el encargado del establecimiento y que no era un club de alterne sino un hostal: "Para mí las chicas estaban hospedadas, si hacían algo más era por su cuenta", dijo. Además, negó que tuviera retenida a ninguna mujer y, de hecho, aseguró que el Oasis tenía "tres salidas" y "numerosos teléfonos públicos" .
La sorpresa llegó por parte de la testigo protegido en cuyo testimonio basa su acusación el Ministerio Fiscal. Bajo el nombre ficticio de "Cristina", hace ocho años que la Fiscalía no tiene noticias de ella, por lo que se disponía a incluir como prueba el testimonio que realizó esta mujer cuando se instruyó la causa. Sin embargo, quince minutos antes de iniciarse el juicio esta mujer telefoneó a la Sección Segunda de la Audiencia solicitando hablar con el fiscal. Dijo ser "Cristina", que se encontraba en un pueblo pequeño de fuera de Galicia y que deseaba prestar declaración en el juicio. Santaló le pidió que acreditase su identidad acudiendo ante la Guardia Civil o el secretario de un ayuntamiento y desde allí le llamase de vuelta. Tras corroborar con el funcionario municipal que era la auténtica "Cristina", se suspendió el juicio hasta el día 20 de marzo para escuchar su declaración.