Urgen acciones concretas para apoyar a más de 7 millones de refugiados y migrantes venezolanos

Desde Médicos del Mundo expresamos nuestra preocupación por la falta de acciones concretas para apoyar a las personas refugiadas y migrantes venezolanas, a pesar de las promesas hechas por los países donantes durante las conferencias internacionales de 2020 y 2021.

Al concluir hoy la IV Conferencia Internacional en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, copatrocinada por el gobierno de Canadá y la Unión Europea, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que abra los ojos ante la dramática realidad de la situación de la población venezolana exiliada en el continente americano y actuar en consecuencia.

Los países donantes y la Comisión Europea han renovado sus compromisos financieros para la respuesta a la crisis venezolana y sus consecuencias en la vida de millones de personas, pero esto no será suficiente para abordar los muchos problemas que enfrentan estas persona.

La cada vez menor financiación y la falta de fondos a lo largo de los años plantean interrogantes sobre hasta qué punto los países donantes han cumplido sus promesas.

Su situación continúa empeorando y, sin embargo, la crisis parece haber perdido la atención de los medios y donantes occidentales. El Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes estima que se necesitan 8,5 millones de dólares para responder a las necesidades básicas de salud entre 2023 y 2024. Unas estimaciones que no incluyen las necesidades de los migrantes y refugiados venezolanos en Centroamérica.

Su continua vulnerabilidad y falta de protección en la región ha resultado en una mayor explotación, incluido el trabajo forzoso y el tráfico sexual. Las personas migrantes y refugiadas venezolanas también son objeto de estigmatización y discriminación en la región.

Además, la crisis ha superado la capacidad de los países vecinos para brindar ayuda y apoyo, con un número creciente de refugiados y migrantes varados en el Tapón de Darién en Panamá, así como en Centroamérica, en su camino hacia Norteamérica a través de México.

Para garantizar su inclusión y su acceso a la salud, hacemos un llamado a una mayor inversión pública en los sistemas de salud y reformas para garantizar el derecho a la salud para todas las personas en los países de acogida, así como apoyo a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan sobre el terreno. Finalmente, recomendamos mejorar el acceso a las vías legales y de asilo para los y las migrantes venezolanos, particularmente en Norteamérica.

En nuestra organización recomendamos la puesta en marcha de mecanismos para evaluar mejor las necesidades de las poblaciones migrantes y monitorear sus movimientos a lo largo de su viaje, al tiempo que se brinden garantías para salvaguardar la confidencialidad de su información personal, así como el desarrollo de mecanismos de coordinación transfronteriza para mejorar la atención médica, y la atención y prevención de la violencia contra los migrantes venezolanos.

Finalmente, también instamos a la creación de protocolos comunes para víctimas de violencia, incluida la violencia sexual, que aborden la provisión de atención médica, apoyo psicosocial y el empoderamiento financiero.

La Conferencia Regional convocada por los gobiernos de México y Colombia debe asegurarse de que la implementación de estas soluciones a los problemas que enfrentan actualmente estas personas y sus comunidades de acogida son su prioridad.

Creemos que solo a través de una acción concertada y sostenida podemos abordar las necesidades y los desafíos que enfrentan las personas refugiadas y migrantes venezolanas, y defender la dignidad y los derechos de las personas afectadas por esta crisis.

En nuestra organización respondemos, con la ayuda de sus socios, a las necesidades de la población migrante y refugiada venezolana a lo largo de las rutas migratorias en América Latina, desde Colombia hasta América Central y del Norte.