Vivir y morir sin identidad en Ucrania
Vivir y morir sin identidad en Ucrania
Esa es una de las preocupaciones humanitarias más candentes que un consorcio de ONG internacionales, entre las que se cuenta Médicos del Mundo, van a plantear hoy en Ginebra a la Misión Permanente de los Estados Miembros de la Unión Europea. Es importante recordarlo ahora porque se espera que este mes se reúna el llamado grupo de Normandía -Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, donde se desarrollan las negociaciones sobre el futuro del conflicto en Ucrania. La nuestra es una llamada para que no olviden a la población civil, su verdadera víctima: en estos cinco años, 4,4 millones de personas se han visto directamente afectadas por las hostilidades, 800.000 han sido desplazadas y casi 3.000 civiles han sido asesinados.
Más allá de las dificultades que implica vivir (y morir) sin documentación, las consecuencias de una guerra que ha entrado ya en su quinto año se acumulan. Las personas mayores que no han podido huir a lugares más seguros no logran cobrar sus pensiones, que a menudo son su única fuente de ingresos. Cientos de quienes todavía viven en el este de Ucrania ha perdido sus casas, destruidas o dañadas por los bombardeos, y encuentran grandes dificultades para acceder a un recurso tan necesario como el agua. De hecho, 4 millones de personas están en riesgo de sufrir el corte de suministro si la tendencia no se remedia.
En los 20 kilómetros de extensión de lo que se conoce como “línea de contacto” -el territorio en disputa entre Ucrania y Rusia- un 1,3 millones de personas necesita desesperadamente atención sanitaria. Muchas han quedado “desconectadas” de sus centros sanitarios de referencia, ubicados en la zona no controlada por el gobierno. Desde Médicos del Mundo trabajamos para ofrecer atención a esas personas, incluida la relativa a salud mental y asuntos sexuales y reproductivos.
Y en medio de este sufrimiento diario, la ayuda humanitaria que podría paliarlo no consigue a menudo llegar adonde debería por las enormes dificultades de acceso en la zona sin control ucranio.
De modo que las ONG que componen el consorcio ACCESS, financiado por la Unión Europea -People in Need (PIN), Médicos del Mundo y Agence d'Aide à la Coopération Technique Et au Développement (ACTED), en asociación con las iniciativas IMPACT y dos organizaciones nacionales, Derecho a la protección (R2P) y el Foro de ONG de Ucrania (NGOF)- van a tratar de que no se olvide una realidad que parece que ha quedado parada en el tiempo, como los vecinos que no nacen ni mueren en el este de Ucrania.
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