El 14 de agosto de 2021, un terremoto de 7’2 grados devastó el sur de un país ya devastado: Haití. Murieron más de 2.000 personas, 60.000 edificios se derrumbaron y más de 75.000 resultaron dañados. Eso incluye casas, escuelas y centros sanitarios. Unas semanas después, la tormenta tropical Grace inundó los escombros. Y pocos meses más tarde, a finales de enero de 2022, llegaron tres temblores más. Para entonces, el pánico de la población ya era tal que el apoyo psicológico que Médicos del Mundo presta no podía hacer frente a la creciente demanda.
«En los días siguientes al terremoto del 14 de agosto, caminé cuatro horas por las montañas para llegar a las comunidades más aisladas de Nippes. No quedaba ni una sola casa en pie. La gente dormía bajo los árboles. 5 de los 9 hospitales apoyados por Médicos del Mundo sufrieron graves daños. Mientras la tierra gemía, tres madres estaban de parto. Dos mujeres embarazadas consiguieron salir por un pequeño agujero y dieron a luz fuera, bajo las palmeras», detalla Nicolas Demers-Labrousse, coordinador de Médicos del Mundo en Haití.
Seis meses después, pedimos que este país reciba al menos tanta atención como las celebraciones de este 14 de febrero. La combinación de terremotos, huracanes y pandemias, junto con uno de los sistemas sanitarios más precarios del mundo y unas elevadas cifras de violencia, hacen de Haití un país en permanente emergencia sanitaria.
Aunque las necesidades son tremendas, la ayuda humanitaria se ve a menudo dificultada por los cortes de carreteras a manos de grupos armados. “Ahora es más difícil llegar a los municipios en los que trabajamos, como Grand Goâve y Petit Goâve, al sur de la capital. Un trayecto que habitualmente lleva poco más de dos horas ya solo es posible hacerlo en helicóptero hasta un punto seguro que permite evitar los barrios más conflictivos de la ciudad. Para el transporte de materiales médicos, nos coordinamos con organizaciones que tienen una red de transporte de cargo marítimo”, detalla Mª José Venceslá, coordinadora de Médicos del Mundo España en Haiti.
Tras el terremoto, Médicos del Mundo proporcionó ayuda de emergencia -incluso en zonas aisladas-, reforzó la capacidad de las instituciones sanitarias que más apoyo necesitaban y proporcionó atención psicológica y rehabilitó centros de salud como el de Petit-Trou-de-Nippes.
En datos:
Distribución
Apoyo a las instituciones sanitarias
Atención psicológica
Sensibilización
Construcción
2 estructuras temporales construidas en las comunas de Arnaud y Asile para reemplazar las instalaciones sanitarias más afectadas
3 de las 4 salas de triaje de la COVID-19 rehabilitadas en Paillant, Anse-à-Veau y Petit-Trou-de-Nippes
La tarea más difícil ahora es convertir esa ayuda de emergencia en una cooperación a largo plazo, para garantizar que el sistema sanitario vuelva al menos a su nivel anterior a la catástrofe. Las necesidades son casi ilimitadas, pero los recursos siguen siendo muy limitados. Mientras, la comunidad internacional permanece impasible a la tragedia. Esta grave situación coincide también con el fin del mandato oficial del gobierno actual, lo cual deja a Haití sin un rumbo claro en cuanto a su destino político.
Cuatro delegaciones de la organización humanitaria internacional (Canadá, España Suiza y Argentina cubren distintas zonas del país, desde las comunidades rurales del oeste (región Goaviana) y del centro-oeste del país (Artibonite), hasta el Gran Sur, especialmente en la región de Nippes.