“A medio plazo la pandemia debería servir para transformar el actual modelo residencial y para establecer un sistema de cuidados de larga duración centrado en las necesidades de las personas y en el cuidado en la comunidad. También para integrar los cuidados familiares y profesionales que prioricen la atención donde y con quien la persona decida tener su domicilio”, ha explicado la presidenta de Médicos del Mundo.
Desde nuestra entidad consideramos necesario potenciar la capacidad de decisión sobre sus propias vidas de las personas mayores, con mecanismos inclusivos y accesibles de participación y diálogo.
En relación con las causas de la alta mortalidad por covid-19 en las residencias, Turienzo ha recordado que España cuenta en la actualidad con uno de los gastos sanitarios más bajos por habitante de la zona euro. “Esto se traduce en la escasez de recursos de la red sanitaria pública y en dificultades de coordinación entre los ámbitos de salud y social”, ha apuntado.
En este sentido, nuestra presidenta ha defendido que es imprescindible garantizar la continuidad de la atención y los cuidados que las personas mayores venían recibiendo antes de ingresar en centros institucionalizados. Para ello, ve urgente invertir adecuadamente en sistemas de salud pública y programas integrales de protección social que reviertan una década de recortes. Considera necesario también el desarrollo de un modelo de coordinación y de un sistema de financiación autonómica justo, suficiente, estable y equitativo que permita abordar este gran reto con realismo.
Temporalidad, precariedad, estigmatización y feminización
En referencia a los recursos humanos de los centros residenciales, Nieves Turienzo ha destacado que, según datos de la Encuesta de Población Activa, están empleadas alrededor de 320.000 personas en un sector claramente feminizado (83% de mujeres) y privatizado, ya que la mayor parte de puestos, el 80%, se encuentran en centros de gestión o titularidad privada.
El personal de las residencias sufre de manera generalizada precariedad, bajos salarios, temporalidad, inadecuadas ratios profesionales por categoría e inseguridad económica, lo que dificulta la cobertura de algunos puestos.
“Si de verdad queremos garantizar la atención digna y de calidad que merecen las personas mayores, es urgente asegurar condiciones laborales dignas a las personas que les cuidan y atienden”, ha apuntado Turienzo.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones planteadas por nuestra presidenta hoy en el Congreso de los Diputados están las siguientes:
Como marco, pedimos incrementar la corresponsabilidad del Estado en los cuidados como parte de su obligación de promover, proteger y cumplir derecho a la salud.
El trabajo de Médicos del Mundo en residencias de mayores
Turienzo ha explicado que, como organización sanitaria humanitaria con experiencia de intervención en epidemias y emergencias en numerosos países, en Médicos del Mundo entendimos la urgencia de apoyar a las residencias de personas mayores para reforzar las capacidades del personal sociosanitario que trabaja en estos centros.
A través de los protocolos de prevención y control de la enfermedad enfocados a contener los contagios y de las herramientas adecuadas, se puede trabajar con seguridad y garantizar la atención humanizada en los centros residenciales.
Este conocimiento es el que hemos trasladado al más de medio millar de profesionales sociosanitarios de más de 40 residencias de Castilla- La Mancha y Castilla y León con quienes hemos trabajado. Además, hemos impartido formación virtual a otros 1.000 profesionales del sector.