Condenamos firmemente la violación del Derecho internacional humanitario y la falta de transparencia de las operaciones militares en Afganistán

Madrid, 5 de octubre 2015.- El bombardeo de EEUU al hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz (Afganistán), en la madrugada del pasado sábado, causó la muerte de 22 personas, entre ellos 12 miembros de la organización de ayuda humanitaria, en un centro en el que había 180 personas entre pacientes y trabajadores.

Nuestra organización quiere mostrar su condena ante una acción que viola los tratados del Derecho Internacional Humanitario y se solidariza con la indignación mostrada por Médicos Sin Fronteras ante la justificación a esta acción del Ministro del Interior afgano, Seddiq Seddiqi, porque “entre 10 y 15 terroristas se ocultaban en el hospital”.

 Reivindicamos acabar con la falta de transparencia de las operaciones militares y la necesidad de respeto hacia el trabajo de los trabajadores humanitarios ya que nada justifica el ataque  a un centro sanitario “repleto de personal médicos y pacientes”, según palabras del propio Ministro de Salud afgano, Wahidullah Mayar. 

Entendemos y compartimos además la indignación de Christopher Stokes, director general de Médecins Sans Frontières, al declarar que las justificaciones de las autoridades afganas al bombardeo “conllevan que las tropas afganas y estadounidenses decidieron arrasar por completo un hospital operativo porque aseguraban que había talibanes en su interior, lo que equivale a reconocer un crimen de guerra, y contradice los intentos iniciales del gobierno de Estados Unidos de minimizar el ataque calificándolo de daño colateral”.