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Declaración del Foro Regional de ONG en Siria sobre la operación militar de Turquía

Fotografía: Médicos del Mundo

Declaración del Foro Regional de ONG en Siria sobre la operación militar de Turquía

Esencial
  • La ofensiva militar ha obligado a muchas organizaciones internacionales a suspender sus servicios
  • El personal local de las ONG teme por sus vidas y las de sus familias
  • 400.000 personas en la localidad de Hasasek no tienen acceso asegurado a agua

El Foro Regional de las ONG internacionales en Siria (SIRF), compuesto por 73 ONG internacionales, entre ellas Médicos del Mundo, que están respondiendo a la crisis en el país, expresa su profunda preocupación por el rápido deterioro de la situación humanitaria desde que comenzó la operación militar de Turquía el pasado 9 de octubre. La ONU estima que más de 200.000 personas han sido desplazadas y planea apoyar a más de 400.000 con asistencia y protección en el próximo periodo.

Durante tres días, la ciudad de Hasakeh ha vivido unas 60.000 nuevas llegadas a la localidad como resultado de la violencia. Las hostilidades en el área también dañaron la estación principal de agua, dejándola fuera de servicio. 400.000 personas, incluidas 82.000 en los campos de Al Hol y Areesha, confían ahora en la solución provisional de bombear agua desde una presa cercana que solo puede satisfacer el 50% de las necesidades que cubría la estación de agua anterior. Con esta agua, que es de poca calidad, se puede abastecer Hasakeh solo durante 10-15 días. Esto expone a la población a brotes de enfermedades infecciosas, especialmente porque la diarrea aguda y la fiebre tifoidea ya eran dos de las patologías más reportadas en el noreste en agosto de 2019.

el uso de población civil como objetivo militar es una violación del derecho internacional humanitario

Hasta la fecha, los ataques más intensos han recaído sobre Tal Abyad , Ras al Ain y Quamishly . El recurso a ataques aéreos y de artillería en esas áreas, y particularmente el ataque del 13 de octubre sobre un convoy de civiles que huían de Tal Abyad, plantea serias preocupaciones relacionadas con el uso de población civil como objetivo militar, lo que supondría una violación flagrante del derecho internacional humanitario. En general, el empleo de armamento explosivo en zonas pobladas ha supuesto un desplazamiento masivo forzado y un daño desproporcionado a infraestructuras vitales. Con el recientemente renovado hospital de Ras al Ain fuera de servicio y tres centros sanitarios en Tal Aby no funcionales, la población en las áreas más afectadas se ha quedado sin posibilidad de apoyo vital.

SIRF está preocupado porque varias instalaciones humanitarias importantes se encuentran dentro de la zona fronteriza de 30 kilómetros en la que Turquía ha establecido una creciente presencia militar, como el campamento de Mabrouka (que tenía 3.170 residentes) y el campamento de Ain Issa (12.901 residentes). El campamento de Mabrouka ha sido evacuado en gran medida y ya no es accesible. La mayoría de sus habitantes se trasladaron al campamento de Areesha, pero algunas familias que no pudieron abandonarlo ahora no tienen acceso a alimentos, agua o refugio.

Y mientras la necesidad de ayuda humanitaria ha aumentado dramáticamente, las operaciones militares han obligado a muchas ONG internacionales a suspender la prestación de servicios. Las entidades miembros del SIRF ya no pueden acceder a su oficina en Ain Issa, a 50 kilómetros de la frontera entre Turquía y Siria, después de que la ciudad quedara bajo el control de los grupos armados respaldados por Turquía. Las organizaciones locales que continúan dando asistencia se enfrentan a circunstancias cada vez más difíciles y a riesgos para su seguridad.

Muchos trabajadores humanitarios sirios y equipos de organizaciones locales temen por sus vidas y las vidas de sus familias, ya que no pueden refugiarse en áreas controladas por el gobierno ni dentro de Siria ni en países vecinos. Las organizaciones humanitarias denuncian el desplazamiento generalizado de su personal local y el aumento de las restricciones a su libertad de circulación debido al riesgo de reclutamiento forzado.

Con el acceso humanitario ya comprometido, cualquier otro cambio repentino en el control o la presencia de las tropas puede desestabilizar aún más la zona y hacer peligrar las rutas seguras en las que las organizaciones humanitarias actualmente confían para llegar a las personas necesitadas. A la luz del acuerdo político recientemente anunciado entre los responsables kurdos y el gobierno de Siria, pedimos a las autoridades pertinentes que den prioridad al acceso de las organizaciones humanitarias.

La población del noreste de Siria ya ha sufrido años de conflicto, con desplazamientos continuos, y como consecuencia, una angustia física y psicológica inimaginable. La SIRF está muy preocupada porque muchos de estos civiles se vean ahora obligados a huir hacia el sur, viéndose obligados buscar refugio en áreas que están muy contaminadas con artefactos explosivos abandonados. Las áreas que sufrieron el conflicto cuando el Estado Islámico fue derrotado, como Raqqa, están llenas de artefactos explosivos improvisados y minas terrestres.

Al Foro Regional de las ONG internacionales en Siria también le preocupa que uno de los objetivos de la operación militar sea facilitar el regreso de un gran número de refugiados. SIRF señala que la mayoría de la población refugiada acogida en Turquía no proviene de las áreas que dicho país esté tratando de controlar, y le recuerda su obligación de respetar el principio de no devolución.

SIRF cree que se necesitan medidas urgentes y hace un llamamiento:

  • a todas las partes en conflicto a cumplir con sus obligaciones bajo el derecho internacional y humanitario y les pide que se abstengan de convertir en objetivos a civiles y equipos humanitarios, así como que se comprometan a proteger los suministros de agua, centros de salud, escuelas y campamentos de personas desplazadas
  • a todas las partes en conflicto para detener el uso de armas explosivas de amplio espectro en áreas pobladas en conformidad con el derecho internacional humanitario
  • a todas las partes en conflicto y la comunidad internacional para que se garantice la libertad de movimiento y el acceso humanitario
  • a todas las partes para que investiguen posibles violaciones del derecho internacional humanitario, especialmente los injustos ataques contra civiles, infraestructuras, y para asegurar que los responsables rindan cuentas
  • al Consejo de Seguridad de la ONU, a renovar la Resolución 2165, de modo que pueda facilitarse ayuda humanitaria en el noreste de Siria
  • a los gobiernos donantes para que sean flexibles y proporcionen fondos de emergencia que ayuden a los actores humanitarios a responder de manera efectiva

 

Médicos del Mundo es una de las 73 organizaciones humanitarias pertenecientes al Syria INGO Regional Forum firmantes de esta declaración.