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El coordinador de Médicos del Mundo en Tinduf, en los encuentros de RTVE.es

Nicolás Dotta, coordinador de Médicos del Mundo en Tindouf

El coordinador de Médicos del Mundo en Tinduf, en los encuentros de RTVE.es

En plena Semana de Concienciados por la Infancia , RTVE.es ha puesto su atención en las consecuencias para los niños y niñas por las terribles condiciones de vida del entorno y por la situación política en los campamentos de refugiados saharuis de Tindouf.

En estos días cuando se habla de lo que sucede en el Aaiun, RTVE ha contactado con Nicolás Dotta, coordinador de Médicos del Mundo en los campamentos de Tindouf. Médicos del Mundo trabaja, desde 1995, en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia, donde viven en el exilio más de 100.000 personas desde hace más de 35 años. Actualmente, Médicos del Mundo impulsa un programa de atención materno infantil que incluye la rehabilitación y dotación de infraestructuras sanitarias, la formación y la retribución del personal sanitario local, el desarrollo de actividades de educación para la salud, el apoyo técnico a la gestión y la coordinación de la cooperación sanitaria, y otros sectores de actuación, como la nutrición y el apoyo a todo el sistema de Atención Primaria de Salud de los campamentos.

 

Aquí tenéis un extracto del encuentro digital mantenido por Nicolás Dotta con los internautas. La entrevista completa la podéis leer en http://encuentrosdigitales.rtve.es/2010/nicolas_dotta.html

 

Nicolás Dotta: Buenos días a todos y gracias por interesarte por la situación de los campamentos y del pueblo saharaui en general. Tindouf es la ciudad argelina al suroeste del país donde hay una triple frontera entre Argelia, Marruecos y el territorio saharaui.

 

Pablo Rago: Cuéntanos tus experiencias en el campo de refugiados y como es la vida en el desierto, de las tormentas de arena.

 

Nicolás Dotta: La vida en los campamentos es dura. El contexto es terriblemente hostil. Tienes que imaginar que están situados en la Hamada del desierto, que significa El Infierno en árabe. Es una geografía árida, seca. No es la imagen de dunas de arena, sino una llanura interminable, árida y rocosa. Las temperaturas son extremas, en verano hace muchísimo calor, con 50-55ºC y ahora, en invierno, mucho frío. El paisaje es desolador: no hay a dónde ir. No se ve vida.
En este contexto geográfico te encuentras una gente, cinco pueblos de unas 50.000 personas cada uno, que sobrevive así desde hace 35 años. Es increíble que puedan resistir tanto tiempo en este medio, con tanta precariedad.
Imagínate que la situación es de desesperanza, la gente cansada y agotada.

 

Rosario: ¿Se implican las mujeres en los proyectos de Médicos del Mundo?

 

Nicolás Dotta: Cuando los campamentos saharauis se formaron, los hombres estaban en la guerra. Fueron las mujeres las que se organizaron y sacaron adelante la sociedad en el éxodo. Ellas fueron las que organizaron hospitales, escuelas, la sociedad... Tienen una implicación altísima en nuestro proyecto, sobre todo porque está dirigido a ellas, ya que es un proyecto de salud materno infantil. Un 80% del personal sanitario son mujeres. Y en cuanto al sistema de salud, la educación y la movilización social, todo son mujeres.
La verdad es que la mujer saharui me resulta terriblemente fuerte y decidida y partícipe de la historia de su pueblo.

Irene: ¿Cómo es un día normal de trabajo en el Sáhara?? Gracias y mucha suerte con vuestra maravillosa labor.

 

Nicolás Dotta: En un contexto y un proyecto como este, no existe la rutina. Normalmente, se trabaja muchísimo. Se descansa poco, pero también es un ritmo de trabajo más tranquilo, sin estar todo el día corriendo.

 Un día normal arranca a las siete y media o las ocho. Dependiendo del día, podemos tener que hacer supervisiones por los dispensarios de los campamentos. O que haya tareas de formación. O de movilización y sensibilización. También muchas reuniones de coordinación con el Ministerio y con la mayoría de los actores que trabajan en salud en los campamentos...
Cada día de la semana está destinado a una especialidad de salud diferente: lunes, enfermedades crónicas; martes, seguimiento de embarazos; miércoles, programa de salud infantil; jueves, atención primaria; viernes, día de descanso árabe; sábado, organización y planes.

 

Inés: Buenos días. ¿Cuál es, en general, el estado de salud de los niños que viven en ese campamento? ¿Hay alguna enfermedad más habitual que otras?

 

Nicolás Dotta: Teniendo en cuenta el contexto y, sobre todo, las dificultades nutricionales, porque la alimentación depende de la cooperación y es una dieta no muy variada, la mayor problemática tiene que ver con la nutrición y la anemia. De vez en cuando, en octubre y abril, por cambios de tiempo, surgen diarreas o gripes.

 

Francisco: ¿Cuáles son los ánimos de la población saharaui en relación a lo que está ocurriendo en El Aaiún?

 

Nicolás Dotta: La situación es de máxima tensión y expectativa. Por un lado, el 100% de los saharauis de los campamentos tienen familiares directos en los territorios ocupados. Hay muchísima gente que no sabe del paradero de hijos, primos... No saben dónde están... Las comunicaciones con los campamentos se cortaron... Así que al principio hubo mucha preocupación.
Por otro lado, hay mucha tensión por el momento histórico. La gente está agotada y exige al Polisario y a los organismos internacionales una solución para el conflicto. Tras lo que ha pasado en el Aaiún, empiezan a sentirse dueños de su destino y hay mucha presión para que el Polisario dé una solución. Ha habido concentraciones y protestas frente a las agencias de ayuda y frente al Gobierno. Sobre todo, los que más se manifiestan son los jóvenes, que sienten que la vida les pasa de largo en los campamento sin nada.

 

Ramón: ¿Con qué recursos médicos contáis en Tindouf para trabajar?

 

Nicolás Dotta: Desde que el Polisario asumió el autogobierno y la organización de los campamentos, se funciona como un Gobierno en el exilio y se responsabilizan de la salud, incluso en los campamentos, donde suelen actuar las agencias internacionales.
En esta situación, los campamentos tenían hasta 100-150 médicos, con lo que el ratio de asistencia era bueno. Pero con la persistencia del conflicto, el 90% de estos médicos saharauis formados en Cuba y Argelia emigraron a España. Esto es un poco hipócrita, porque con lo difícil que es lograr un visado para ir a España, a los médicos saharauis se les abrieron las puertas.
Ahora, en los campamentos hay entre 4 y 8 médicos, cuatro especialistas y cuatro generalistas, para 150.000 personas. Por tanto, el sistema es muy frágil. Por eso, gran parte del sistema de salud ha tenido que ser reemplazado por comisiones médicas que llegan de España, Italia... Pero esto no es ni continuo ni sostenible. Es algo transitorio.

 

Mariela Mosquera (Colombia): ¿Cómo puede hacer una persona del común, para incorporarse a la labor medica en calidad de auxiliar?

 

Nicolás Dotta: Estamos solicitando permanentemente personal sanitario voluntario. Puedes contactar con la página web de Médicos del Mundo ww.medicosdelmundo.org y ahí puedes informarte de cómo incorporarte.

 

Hermes: Buenas, me alegra saber siempre de personas comprometidas con la humanidad y me gustaría saber ¿A cuántos niños y niñas atienden en el campamento y cuáles son las necesidades mas urgentes de estos niños y niñas?

 

Nicolás Dotta: El proyecto que ejecutamos nosotros está dirigido a todos los menores de cinco años, que son unos 13.000-15.000 niños. Sus necesidades, partiendo de la definición de salud de OMS, que habla de bienestar en general, van más allá de los problemas alimenticios, su necesidad fundamental es poder vivir su infancia y su desarrollo en una situación de normalidad.

 

Nicolás Dotta: Es un momento crítico y no hay nada peor que la indiferencia. Por favor, acompañen al pueblo saharaui en este momento.