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Voces desde Lesbos

Fotografía: Olmo Calvo

Voces desde Lesbos

Esencial

"Me quedo con el alivio que sintieron estas personas cuando se dieron cuenta de que estaban a salvo": Anna Rekleiti, doctora del equipo de Médicos del Mundo en Lesbos.

    Los datos recopilados por Médicos del Mundo Grecia y las actividades de evaluación de campo reflejan un deterioro significativo en la salud mental de las personas refugiadas y migrantes en Lesbos debido a las duras condiciones de vida y a su restricción de movimiento en las islas, tras la implementación del acuerdo sobre migración de la UE y Turquía.

    El miedo, el consumo de alcohol y drogas, la violencia sexual y de género deterioran la vida cotidiana de las personas en las islas. Cuando se trata de mujeres y a su salud sexual y reproductiva, la complejidad es aún mayor.

    Los problemas de salud más comunes son las infecciones respiratorias (33%) y los problemas ginecológicos (12%), a los que se suman desórdenes gastrointestinales, infecciones de la piel, problemas de movilidad y desórdenes mentales.

      Anna Rekleiti, doctora del equipo de Médicos del Mundo en Lesbos, describe muchas de las circunstancias que nuestro equipo ha presenciado en los últimos 3 años: miles de personas desesperadas que se agolpan en las calles, plazas, puertos, miles de chalecos salvavidas apilados en la costa, gente llorando por lo que perdió, y también personas que, a pesar de las increíbles dificultades que experimentaron, se mantienen en pie y son optimistas en cuanto a su futuro.

      "Me quedo con el alivio que sintieron estas personas cuando se dieron cuenta de que estaban a salvo -explica Anna-. Aliviar a la madre que ve que su hijo ya no está enfermo. Nuestro propio alivio cuando conseguimos curar a los enfermos. Y la sonrisa de los bebés, porque nuestro mayor regalo son esas hermosas sonrisas de los niños”, añade.

      “Siempre quise ser parte de una misión humanitaria, pero nunca creí que esto sucediera en mi propio país y en el lugar donde vivo, Lesbos", concluye la doctora.

      B., refugiado de Afganistán: “soy de Afganistán y nací en 1972. Vine a Grecia junto con mi esposa y mis nietos hace aproximadamente un año, nuestras vidas estaban amenazadas en nuestro país de origen. Al principio nos alojamos en Moria y en marzo de 2018 nos trasladaron al campamento de Karatepe. Mi esposa estaba embarazada de nuestro sexto hijo. Al principio me sentí muy feliz, pero, desafortunadamente, después le diagnosticaron un problema grave y tuvimos que abandonar la isla para recibir tratamiento adicional".

      "El Servicio Social de Médicos del Mundo -continúa- escuchó nuestro problema, nos aconsejó, y con su ayuda, pudimos salir de la isla. Durante todo este tiempo, estuvieron a nuestro lado, aconsejándonos y apoyándonos. Gracias por lo que hicisteis por nosotros. ¡Esperamos volver a encontrarnos!".

      Más de un millón de personas refugiadas y migrantes

      Grecia es una de las principales puertas de entrada a Europa, junto con Italia y España, en la región mediterránea. Quienes llegan a Grecia lo hacen a través de su frontera terrestre con Turquía en el norte y, principalmente, a través de la frontera marítima greco-turca en el mar Egeo. Durante 2015, casi un millón de personas refugiadas y migrantes llegaron a Grecia, la mayoría de ellos solo como país de tránsito hacia su destino final: los estados del centro y norte de Europa.

      El acuerdo UE-Turquía sobre migración tuvo consecuencias significativas en la respuesta de los refugiados en Grecia. Desde marzo de 2016, cuando entró en vigencia el acuerdo, la gran mayoría de los solicitantes de asilo y migrantes se quedaron en las islas, en lugares diseñados para el tránsito y no para largas estancias.

      Solo las personas migrantes que se consideran "vulnerables", como los menores no acompañados, las personas con discapacidad o con graves problemas de salud, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las víctimas de trata, tortura, violencia y abuso y casos de reunificación familiar están excluidos de este acuerdo y pueden llegar a la Grecia continental, donde sus necesidades especiales pueden ser atendidas.

      El hacinamiento, las condiciones de vida inadecuada, la falta de protección y la inseguridad son algunos de los problemas que enfrentan estas personas.

      Qué hacemos como Médicos del Mundo

      Nuestro objetivo es garantizar el acceso a los servicios básicos de salud para migrantes en Mavrovouni (Lesbos), con una capacidad aproximada de alojamiento de 1.300 personas. Además, en colaboración con ACNUR, contamos con instalaciones de alojamiento alternativo en Chios. Aquí nos centramos en la población más vulnerable, como mujeres, personas que necesitan apoyo psicosocial, supervivientes de violencia de género y personas con afecciones médicas crónicas. A finales de junio de 2018, las acciones en Chios cesaron, ya que el proyecto llegó a su fin.

      Hemos atendido a la comunidad en atención primaria, salud sexual y reproductiva, apoyo psicosocial y derivación al Sistema Nacional de Salud. Desde enero de 2018 llevamos casos de violencia sexual y de género en Kara Tepe. En los primeros nueve meses de este años hemos atendido a más de 16.000 personas en consulta y prestado apoyo en salud mental y psicosocial a más de 15.800.

      El pasado septiembre, Médicos del Mundo, junto con otras 18 ONG, hizo un llamamiento a las autoridades griegas para que mejoren de inmediato las condiciones en los Centros de Acogida e Identificación en las islas.

      Puedes consultar el informe completo sobre nuestra actividad en Lesbos.