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Los recortes aumentan la vulnerabilidad de las personas con VIH

Los recortes aumentan la vulnerabilidad de las personas con VIH

Según el Informe del Observatorio de Derechos Humanos, cerca del 30% de las consultas que recibió su Asesoría Legal en 2011 hacían referencia al acceso al ámbito laboral. Las personas con VIH experimentan todavía más dificultades para acceder a los servicios básicos en un contexto de crisis.

Por mediosysida

Dani contrajo el VIH hace 10 años y desde entonces todo han sido trabas en su trayectoria profesional. Ha vivido el rechazo por parte de sus compañeros, el cambio injustificado de condiciones de trabajo y un despido sin razones de peso. Recientemente ejerció como guardia de seguridad hasta que le anunciaron que no le renovaban, misteriosamente pocos días después de revelar su seropositividad. Todavía es joven y se ha planteado opositar para policía o entrar en el ejército, pero a pesar de encontrarse bien de salud sabe que lo van a excluir por tener VIH.

El caso de Dani es solo un ejemplo de las muchas situaciones con las que se encuentran a diario las más de 150.000 personas que viven con VIH en nuestro país. Se las discrimina en oposiciones para acceder a cuerpos de la administración pública; se les sigue denegando la residencia e incluso la entrada en todavía más de 100 países del mundo, y les resulta imposible contratar un seguro de vida y acceder a créditos hipotecarios.

Todo ello lo constata el Observatorio de Derechos Humanos REDVIH, a través de su Servicio de Asesoría Legal, que le permite ejercer de observador de excepción de las situaciones de vulneración de los derechos humanos hacia las personas que viven con VIH en nuestro país, y las refleja en su Informe Anual de Consultas.

Durante el año 2011 el Observatorio recibió un total de 161 consultas legales, de las cuales un 28% hacían referencia a empleo y al acceso al mundo laboral, un 5% más que las recibidas durante el 2010. Los motivos de consulta referían situaciones de despido, violaciones de la confidencialidad del estado serológico, cambios en las condiciones laborales, barreras para optar a puestos de trabajo y negativas a renovar contratos.

“Las personas que viven con VIH, por la discriminación que todavía hoy arrastra la enfermedad, se encuentran ya de entrada con más dificultades para acceder al mundo laboral”, explica Héctor Fortuny, facilitador del Grupo de Derechos Humanos de REDVIH. Y añade, “en estos momentos de crisis económica y mayor desprotección social resulta imprescindible establecer mecanismos que favorezcan la igualdad de oportunidades y la inclusión laboral de personas que viven con VIH, y esto debe realizarse con el apoyo de todos los actores implicados en el empleo”.

Otro de los ámbitos en los que, según el informe, las personas que viven con VIH ven vulnerados sus derechos y que ha experimentado un aumento sustancial en el número de consultas, es el que hace referencia a los servicios de Seguros, que ha representado el 13% del total de consultas (9% en 2010). Este crecimiento se registra después de la jornada sobre Acceso a los servicios de seguros y VIH, organizada por REDVIH con el objetivo de actuar para transformar la situación actual. Tal como explica Joan Bertran de Bes, coordinador del informe, “en la actualidad las compañías no permiten contratar un seguro de vida a personas con VIH y de igual forma ocurre con las pólizas anexas a préstamos bancarios e hipotecas. Esto significa una discriminación clara hacia las personas que viven con VIH en nuestro país ya que los datos epidemiológicos actuales sitúan la esperanza de vida de las personas con VIH en España cerca de la de la población media, lo cual no justifica que el VIH siga siendo un factor excluyente de los servicios de seguros”.

Los demás ámbitos de consulta que recoge el informe fueron la Atención Sanitaria (20% del total de consultas), la Administración (11%), el Rechazo en la vida cotidiana (11%) o el disfrute de Servicios de bienestar social (6%). La media de edad de las personas atendidas se situó en los 38 años, 38% de las cuales eran mujeres y un 62% hombres, con un 14% de población inmigrante.

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