Dona

MicroRedlatos

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Todos los dioses del Olimpo estaban muy preocupados desde hacía algún tiempo. Sentados, cabizbajos, viendo cómo su jefe, Zeus, daba vueltas y saltos de forma compulsiva. Jamás le habían visto así. Era cómo si él hubiese perdido la paciencia, algo del todo imposible dada su posición y curriculum.

<<Dos horas, dos horas. La distancia…>> exclamaba de forma compulsiva mientras realizaba las extrañas piruetas.

<<No me miréis así ¿No lo entendéis? Pues…, mirad hacia abajo: aquellos dos chiquillos que desde aquí parecen juntos, uno está llorando porque se le ha roto su plumier y el otro, porque su nuevo hermanito ha muerto de hambre, igual que el anterior y el anterior y el anterior…. ¿Comprendéis? Me equivoqué, pensaba que estaban juntos…, y están a dos horas de avión. No le di importancia a ese espacio. No supe verlo. Me equivoqué.