Una reflexión sobre los Indicadores de Desarrollo Humano

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acaba de publicar oficialmente el Informe de 2011 sobre Desarrollo Humano, un trabajo que incluye los indicadores nacionales de salud, educación e ingresos económicos de 187 países y territorios del mundo.

Al margen de los datos revelados en el informe y el ranking de países reflejados - que se puede leer por completo y en castellano aquí- nos gustaría, una vez más, provocar una pausa de reflexión crítica sobre el proyecto.

La publicación de este año se intitula “Sostenibilidad y equidad: Un mejor futuro para todos”. A pesar del aparente optimismo del título, los datos que se dan a conocer resultan ser muy poco prometedores.

El motivo es el siguiente: todos los informes anteriores, a partir de los años 70, han registrado una mejora en los estándares de vida de la mayoría de los países mientras el Informe de este 2011 evidencia un retroceso general en relación a la reducción de problemáticas globales como el deterioro medioambiental y las desigualdades sociales. Problemas que además, como se ha destacado también en el Informe 2011 sobre el Estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, afectan más a las poblaciones más desfavorecidas del mundo.

Sin prolongar más nuestra crítica, nos preguntamos si tiene sentido continuar trabajando en investigaciones que generan datos y contenidos poco accesibles a la mayoría de la población mundial. Por el contrario, pensamos que sería más necesario encaminar procesos de sensibilización que generen conciencia global en torno a la envergadura y la naturaleza de dichos factores problemáticos en crecimiento.