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Voces desde terreno: para unir personas, países e historias lejanos sólo físicamente.

Voces desde terreno: para unir personas, países e historias lejanos sólo físicamente.


Este es el primer episodio del ciclo de historias "Voces desde Terreno", un ciclo que tiene como principal objetivo el de acercarnos, viajando con la imaginación, a países y personas que parecen más lejanos de lo que realmente son.

Para poder entrar en contacto con estas realidades escucharemos las voces de algunas personas que han viajado y vivido durante un tiempo en estos lugares e intentaremos ojear, a través de su mirada, los colores, los sabores y la esencia propia de estas tierras.

Hoy viajamos a dos países de África occidental con Laure Salies, técnica de proyectos de Médicos del Mundo España.

¡Vamos!

¿En qué país estuviste? Con Médicos del Mundo, en Senegal y Malí

¿Cuánto tiempo estuviste? 2 misiones de 3 semanas cada una

¿Qué actividad desarrollaste?

Como Técnica de proyectos: Seguimiento de los proyectos y Convenio de cooperación desarrollados por Médicos del Mundo en el terreno.

¿La experiencia que has tenido en el terreno refleja las expectativas, esperanzas, miedos, dudas, que tenías al partir?

En gran parte sí, porque cuando trabajo en la Sede estoy en contacto con los equipos de terreno a diario y puedo percibir tanto los ánimos de las personas con quien trabajo, como la situación en los que se encuentran los proyectos en ejecución. Sin embargo, al aterrizar en el terreno soy más consciente de las duras realidades a las que tienen que enfrentarse los equipos de terreno a diario: las problemáticas con las contrapartes, todo lo que significa una simple actividad en un formulario de proyecto, todas esas vicisitudes del trabajo cotidiano en terreno de las cuales no somos conscientes desde nuestras oficinas en Madrid.

Al principio, tal vez tenía miedo de encontrarme sola y aislada, pero la vivencia es tan intensa, que ni me da tiempo a aburrirme o a pensar en mis cosas. Pero también es cierto que mis misiones han sido por periodos cortos de tiempo por lo que no he sentido la soledad y el aislamiento que se sufre cuando se pasa mucho tiempo en terreno.

Al visitar los proyectos, me conecto más y me da puntos de análisis para tener una visión crítica sobre el sentido de los mismos y de la Cooperación.

¿Qué es lo que más te ha impactado positivamente y negativamente?

Positivamente: Ponerle cara a las personas, tanto equipos expatriados como locales y Titulares de Derechos, me da la motivación necesaria para seguir trabajando y apoyando a los equipos en terreno. Y de esta manera, conseguir juntas/os cierta mejora en el ejercicio del Derecho a la Salud de las personas para las que trabajamos. Me anima trabajar en equipo con personas que luchan día a día por sus ideales y vocación humanitaria, que anteponen el “bien común” ante sus intereses personales. Me siento privilegiada de poder compartir momentos con las personas que se benefician de nuestros proyectos y confirmar que cualquier pequeña intervención nuestra tiene un impacto de bienestar para ellas. Entiendo mejor mi trabajo y su porqué cuando veo los aspectos concretos de los proyectos que se están ejecutando.

Negativamente: Al ser personal de Sede, cuando voy de misión puntual soy la persona que debe escuchar las frustraciones de la gente de terreno y sus ataques hacia todo lo que representa la Sede (el conflicto recurrente Sede-terreno). Por otra parte, suelen ser viajes agotadores por las condiciones de vida allí, pero sobre todo por los continuos y largos viajes para ir a visitar las diferentes bases y equipos.

¿Qué obstáculos y resistencias has encontrado a la hora de desarrollar tu trabajo diario?

Los mayores obstáculos y resistencias vienen básicamente de las personas, tanto de las contrapartes con las que MdM trabaja como de los equipos de expatriados y locales de MdM. El éxito de un proyecto depende enormemente de las personas que lo están desarrollando.

Gran parte de mi trabajo consiste en mantener buenas relaciones con los equipos de terreno, apoyarles, explicarles cómo funciona la Sede y la organización y el porqué de nuestras demandas. Y, en general, tengo audiencia más receptiva y abierta por parte del personal local que por parte de las/os expatriados.

¿Qué y quienes te han ayudado más para zambullirte en esta realidad?

Han sido las personas, en concreto las/os compañeras/os de trabajo, las que más me han ayudado a impregnarme de la realidad del terreno. Ha sido su especial acogida y entusiasmo respecto a su trabajo. Son personas con mucha experiencia y que siguen teniendo vocación humanitaria. Esas personas especiales y motivadoras para mí son Feli mi Desk África, Luis el Coordinador País Senegal, Marcel el Coordinador proyectos Vélingara y su equipo local, Mamadou el Coordinador proyectos Malí y su equipo local.

¿Por qué decidiste ir a terreno?

No decidí irme al terreno, trabajo desde Sede, pero forma parte esencial de mi trabajo como Técnica de proyectos en Sede.

¿Estimas que de alguna forma esta experiencia haya cambiado tu vida actual? ¿De qué manera? ¿Cuáles son las lecciones que has aprendido?

No es que esta experiencia me haya cambiado la vida, sino que me ha hecho descubrir otra realidad africana, en la que me siento reconocida en algunas cosas. Me ha despertado cierto interés en ir a trabajar más tiempo allí. Me ha enseñado que nuestra concepción del tiempo y de la vida no es universal y que los seres humanos somos más felices cuando vivimos el presente y sin ataduras materiales. En general, aprendo mucho más de las personas de allí que lo que ellas/os puedan aprender de mí.

¿Y qué crees que han aprendido de ti las personas de ahí?

Pues justamente ése es el motivo por el que estoy con las personas de terreno, para aprender de ellas. Y de mí creo que valoran mi entrega, apoyo, sentido de la

responsabilidad y profesionalidad.                                                                                      

         

  ¡Gracias Laure y hasta pronto!