Migrar no debería costarte la salud

¿Qué harías si, cuando estuvieras enfermo o enferma, no pudieras ir a urgencias para ser atendido? Y si, en vez de ser tú, ¿fuera tu hijo o hija, tu padre o tu madre? 

Esta es la situación que enfrentan miles de personas y familias migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo en España. Aunque la ley 7/2018 sobre el acceso universal al Sistema Nacional de Salud reconoce el derecho a la atención sanitaria para todas las personas, pero exige una residencia mínima de tres meses en España para poder acceder a la salud. 

Esta normal es muy difícil de cumplir para muchas de estas personas, sobre todo para aquellas que viven en condiciones precarias o asentamientos, y no pueden acceder a un trabajo al no tener documentación ni un domicilio digno. 

Desde Médicos del Mundo hemos elaborado recientemente un informe en el que documentamos más de 69.000 casos de barreras administrativas entre 2022 y 2024 para acceder a la atención sanitaria, afectando principalmente a personas migrantes y refugiadas de América Latina y el Magreb.  

Esto nos preocupa profundamente porque todas las personas, independientemente de su lugar de origen, merecen no solo acceder a la atención sanitaria sino vivir dignamente y sin discriminación. Y, tristemente, esta es una realidad a la que se enfrentan cada vez más personas, muchas de ellas niños, niñas y jóvenes. 

La salud como derecho, también para las personas migrantes 

Todos los seres humanos tenemos derecho a emigrar, y así está recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.   

En este texto aparece claramente recogido el derecho de toda persona a emigrar, a salir del país en el que vive y a establecerse en otro. Sin embargo, este artículo se supedita a las legislaciones sobre extranjería específicas de cada país. De esta forma, se restringe continuamente el espíritu de la declaración, quedando limitado el derecho a emigrar de cualquier ser humano. 

Además, también está limitado el derecho a la salud de las personas migrantes, que padecen obstáculos significativos a la hora de acceder a la atención sanitaria, así como discriminación en el empleo y el acceso a la vivienda, entre otros.  

Las personas migrantes no solo merecen protección, sino también dignidad e inclusión para obtener la igualdad sanitaria, la seguridad y la justicia que tenemos el resto. 

Obstáculos de acceso al sistema sanitario 

• Barreras administrativas discriminatorias. Casi el 41% de personas sufren exclusión sanitaria por requisitos legales y administrativos, como la obligatoriedad del empadronamiento o la residencia mínima de tres meses en España. Esto dificulta la atención médica a las personas migrantes, sin hogar o en situación de vivienda precaria que lo necesitan. Además, la saturación de las Oficinas de Extranjería y la falta de citas dificultan la regularización y el acceso a derechos. 

• Barreras económicas y físicas. Hemos encontrado más de 16.500 casos de personas que no pueden pagar los medicamentos o los tratamientos que necesitan, además de no poder acceder a una atención sanitaria digna en centros de salud. También en la educación escolar, ya que existen gastos indirectos como libros de texto, material escolar, transporte y comedor. Muchas familias migrantes, especialmente aquellas en situación administrativa irregular, tienen dificultades para acceder a becas comedor, quedando en listas de espera durante años. 

• Barreras de acceso a la educación. La tasa de abandono escolar entre los estudiantes migrantes y refugiados ascendió al 30% en 2022, frente al 11% de los estudiantes nacionales. Existen muy pocas aulas de enlace y una gran falta de profesores cualificados en diversidad cultural, Además, la ausencia de protocolos de adaptación y de clases de recuperación dificultan la integración de los estudiantes migrantes.  

• Barreras de acceso a la formación. El acceso a la formación profesional subvencionada por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es muy difícil para las personas migrantes, especialmente las que se encuentran en situación administrativa irregular. Los requisitos de documentación y los complejos procesos burocráticos dificultan enormemente su participación en programas de formación y su posterior integración laboral. 

• Falta de información y adaptación cultural. Un 25% de personas migrantes o refugiadas no pueden comunicarse con los profesionales sanitarios en los hospitales o los centros de salud, ya que no existen recursos de traducción o mediación intercultural. Esto dificulta el acceso a la atención médica de estos colectivos, agravando el racismo sanitario existente en nuestro país. 

Iniciativas de Médicos del Mundo en frontera y asentamientos 

Nadie debería quedar fuera del sistema de salud por haber cruzado una frontera, y es algo que, desgraciadamente, sigue ocurriendo hoy en día. Y cada vez más. 

Para no dejar a nadie atrás, ya que supone una grave vulneración de los derechos humanos, Médicos del Mundo ayudamos con intervención humanitaria, atención médica y apoyo en salud mental a las personas migrantes a través de los siguientes proyectos: 

✅ Atención en fronteras y rutas migratorias 

Nuestros equipos de profesionales sanitarios proporcionan atención médica de urgencia, primeros auxilios psicológicos y tratamiento o medicamentos a personas recién llegadas, sobre todo a la frontera sur de España —Melilla, Ceuta y las Islas Canarias. 

También, denunciamos la falta de higiene, las condiciones de hacinamiento y la ausencia de intérpretes/traducciones en los centros de acogida, que dificultan las intervenciones sanitarias. 

✅ Atención en centros de acogida 

En ciudades como Málaga o Madrid acompañamos a personas refugiadas en su proceso de integración a través de: 

• Acceso a atención primaria y salud mental. 

• Talleres y formaciones de autocuidado/alfabetización en salud. 

• Apoyo en salud sexual y reproductiva. 

• Mediación intercultural y asesoramiento/acompañamiento sanitario. 

✅ Ayuda en emergencias internacionales 

Médicos del Mundo realizamos intervención directa en países afectados por guerras o crisis humanitarias como Gaza, Siria, Ucrania, Haití o Venezuela. 

Allí, proporcionamos atención médica y de salud mental a través de nuestras clínicas móviles, además del apoyo en centros de salud locales. Realizamos campañas de vacunación, salud materno-infantil y atención psicológica para personas desplazadas internas y refugiadas, muchas de las cuales han perdido sus hogares y sus medios de vida.  

También, proporcionamos medicamentos y tratamientos urgentes a las personas que más lo necesitan. 

✅ Defensa de los derechos humanos 

Más allá de la atención médica y el acompañamiento, denunciamos y presionamos a los gobiernos respecto a las violaciones de derechos que sufren las personas migrantes y refugiadas, participando en foros internacionales y elaborando informes.  

Nuestro objetivo es que las políticas migratorias más humanas y respetuosas con el derecho a la salud para que ningún obstáculo, ni legal ni administrativo, impida el acceso a la salud a estas personas. 

¿Cómo puedes ayudar tú? 

Nuestro trabajo no sería posible sin tu apoyo. Tu donación, por pequeña o grande que sea, nos permite seguir ofreciendo apoyo y atención sanitaria a las miles de personas migrantes que nos necesitan, además de concienciar a la sociedad española sobre la necesidad y la urgencia de la ayuda. Colabora para ayudar a personas refugiadas y migrantes aquí. Solo tienes que elegir la cantidad a donar y si quieres que tu ayuda sea periódica o puntual. 

Pero, si no puedes colaborar económicamente, puedes ayudarnos difundiendo nuestro mensaje o trabajando con nuestros equipos de voluntariado, tanto en España como en Europa. Puedes consultar nuestras vacantes abiertas aquí. 

Con tu ayuda, nadie queda fuera del sistema de salud. Porque seguir luchando por una salud sin discriminación es un esfuerzo colectivo. ¿Contamos contigo?