El Consorcio de ONG de los Campamentos de Personas Saharauis rechaza la reducción de fondos de DG ECHO
© Bruno Abarca
El Consorcio muestra su rechazo a la intención de reducción de fondos de DG ECHO que se suma a una larga lista de reducciones de financiadores que abandonan su deber humanitario con la población refugiada saharaui. La intención de reducir en un 30% su financiación para 2026 ignora todos los indicadores técnicos publicados, que muestran el grave deterioro en esta crisis humanitaria, y desoye los llamamientos del Consorcio y los actores humanitarios que alertan sobre el inminente riesgo de colapso.
En los dos últimos años, el Consorcio de ONG, testigo directo de la situación, ha emitido cinco llamamientos advirtiendo sobre la grave crisis humanitaria y la falta de financiación para cubrir las necesidades básicas de la población saharaui refugiada. En este sentido, insiste:
Asistimos a una crisis que, tras medio siglo, continúa siendo una de las crisis humanitarias más prolongadas y desatendidas del mundo. Desde 1975, más de 173.600 personas saharauis refugiadas sobreviven en los campamentos de Tinduf, en mitad del desierto argelino, en un entorno extremadamente hostil, donde las estructuras fueron concebidas para durar días, no décadas. Lo que empezó como una emergencia temporal se ha convertido en una realidad crónica, normalizada por la comunidad internacional y, con demasiada frecuencia, ignorada. La supervivencia de las personas saharauis refugiadas ha dependido por completo de la ayuda exterior, canalizada a través de múltiples organizaciones humanitarias que, en coordinación con las instituciones saharauis, han establecido un sistema de acceso a servicios esenciales para garantizar la vida y la dignidad de la población saharaui refugiada. Este sistema, que sostiene la salud, el agua y saneamiento, la nutrición, la educación, la protección y los medios de vida en campamentos, ahora está en grave riesgo.
Actualmente, el notable detrimento de la situación humanitaria y el riesgo inminente para la supervivencia de la población saharaui hacen que, la ayuda disponible no cubra ni siquiera lo esencial. Venimos de años de deterioro sistemático de los sectores básicos para la vida, pero la situación está empeorando drásticamente, alcanzando niveles sin precedentes debido a las reducciones de financiación. Ya observamos efectos directos en indicadores clave de sectores esenciales para la vida, como revela la última encuesta nutricional que expone un aumento en la tasa de desnutrición aguda global y un retraso en el crecimiento infantil1. Si la tendencia actual continúa y no se restablece de manera urgente el flujo de recursos necesarios, seremos testigos del inminente derrumbe del sistema humanitario construido durante 50 años que sostiene la vida de las personas refugiadas saharauis.
En estas circunstancias, la reducción en la contribución de DG ECHO tendrá un impacto crítico en la capacidad de respuesta humanitaria, generando riesgos inauditos para 2026. El contexto actual exige reforzar la financiación, reducirla implica ignorar las alertas humanitarias. Por ello, las 19 ONG europeas que constituyen el Consorcio instan a DG ECHO a corregir esta decisión. Decisión que, irónicamente, desafía las conclusiones colectivas del Plan de Respuesta a los Refugiados Saharauis 2026-2027.