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180.000 personas refugiadas saharauis se enfrentan a una crisis alimentaria y sanitaria

Fotografía: Médicos del Mundo

180.000 personas refugiadas saharauis se enfrentan a una crisis alimentaria y sanitaria

La escasa ayuda internacional, la inflación, los elevados precios de la canasta básica y el prolongado refugio de la población saharaui están deteriorando gravemente las condiciones de vida y salud de 180.000 personas refugiadas que depende, casi exclusivamente, de la ayuda internacional. Médicos del Mundo alerta de que la crisis alimentaria y de nutrición es ya una dura realidad de la población saharaui refugiada
Esencial
  • Médicos del Mundo España alerta sobre las consecuencias, ya visibles, de esta crisis alimentaria  y de nutrición en la salud de las personas saharauis refugiadas
  • El contexto geopolítico, el alza de los precios de los alimentos y los 47 años de refugio prolongado someten a la población saharaui a  una situación humanitaria alarmante
  • La mitad de los niños/as de 6 a 59 meses padecen anemia, uno de cada tres sufre retraso en el crecimiento y solo uno de cada tres menores recibe una dieta adecuada
  • La ayuda internacional, de la que depende casi toda la población, disminuyó un 20% en los primeros seis meses de 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021
     

Esta olvidada y prolongada crisis se ha enfrentado a  continuas dificultades de financiación, que han disminuido drásticamente este año: casi un 20% en los primeros seis meses de 2022 en comparación con el mismo periodo de 2021. Además, la inflación ha aumentado considerablemente a lo largo del año como consecuencia de la crisis mundial, afectando directamente al poder adquisitivo de la población y a la prestación de servicios básicos por parte de los agentes humanitarios, ya debilitados por los efectos de la pandemia.

 

La actual situación ha provocado un agravamiento de la crisis alimentaria y sanitaria, aumentando la inestabilidad de la ayuda y, en consecuencia, la fragilidad de la población, sobre todo en términos de inseguridad alimentaria.

La alimentación en estos campamentos depende de las distribuciones mensuales de una canasta básica que se ha visto disminuida alarmantemente en variedad y cantidad de productos en los últimos meses. El pasado mes de septiembre, las distribuciones han consistido en 1 kg de verdura (patata, zanahoria o cebolla), 2kg de harina, 2kg de cebada, 2kg de lentejas, 0,75kg de azúcar y 0.92l de aceite vegetal, quedando fuera productos que se venían repartiendo habitualmente como arroz, gofio o pasta. Una canasta básica que solo llega al 75% de la población, a pesar de que el porcentaje de personas vulnerables ha alcanzado ya el 91% de la población total.

La Media Luna Roja Saharaui, encargada de la distribución de alimentos en los campamentos, alerta de que solo dispone de  stock de emergencia para dos meses, remarcando la urgencia de responder ante esta crisis, que podría tener un impacto en todos los aspectos de la vida de la población.

 

Las consecuencias en la salud de la población refugiada saharaui

 

Las consecuencias ya son visibles en la salud de las personas saharauis. Algunos de los resultados preliminares de la evaluación conjunta y  de  la encuesta  sobre nutrición, realizada en febrero de 2022 por el PMA, ACNUR y CISP, destacan que la mitad de los niños de 6 a 59 meses padecen anemia, uno de cada tres sufre retraso en el crecimiento y solo uno de cada tres niños recibe la dieta mínima diversificada necesaria para un crecimiento y desarrollo saludable.

Además, Médicos del Mundo España, que lleva décadas apoyando el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud saharaui, ha constatado un empeoramiento de la salud de las mujeres durante el periodo de embarazo.  En particular, la asociación manifiesta un aumento significativo de las tasas de anemia moderada y severa, que conducen a graves complicaciones durante el parto.   

Ante esta preocupación, desde el Consorcio de ONG que trabaja en los campamentos, del que Médicos del Mundo España forma parte, hacen un llamamiento a:

  • El apoyo de los movimientos solidarios con el pueblo saharaui y la responsabilidad de las agencias y organismos internacionales frente a esta crisis olvidada, antes de lamentar daños devastadores para la población refugiada saharaui.
  • A los medios de comunicación a que  compartan la realidad que viven las personas refugiadas saharauis.
  • El  Gobierno español por su deuda histórica y  responsabilidad  jurídica hacia las personas saharauis.