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¿Qué es la salud mental y el apoyo psicosocial?

Fotografía: Médicos del Mundo

¿Qué es la salud mental y el apoyo psicosocial?

Desde Médicos del Mundo España entendemos el término “salud mental” desde su acepción más amplia, acorde con la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la define como: “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

La dimensión positiva de la salud mental se destaca en la definición de salud que figura en la constitución de la OMS: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Asimismo, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible recientemente aprobados por la comunidad internacional, la salud mental aparece como una prioridad emergente global.

¿Cuál es nuestro enfoque?

Cuando hablamos de salud mental no sólo debemos tener en cuenta al individuo, sino también a su familia. Además, es clave reconstruir las redes sociales de apoyo, que se han destruido en los lugares donde Médicos del Mundo trabajamos: contextos de violencia, de pobreza, de exclusión social y de conflicto. A esto es a lo que llamamos enfoque psicosocial.

Queremos acompañar a las personas que sufren, poner su dignidad por encima de todo y potenciar sus propias capacidades, de tal manera que no se conviertan en receptores pasivos de ayuda, sino en protagonistas de su propia historia.

También implica poner el foco en las circunstancias y no en las personas, evitando así que sean estigmatizadas y victimizadas. Decimos que las personas tienen reacciones normales ante situaciones anormales -como la guerra, la tortura, la exclusión social o la violencia de género-. Es normal que después de situaciones traumáticas (como catástrofes naturales, guerras, pérdidas, etc.) las personas estén afectadas y eso no significa que estén enfermas. Lo que tratamos es de ayudar a las personas a entender qué les ocurre, mediante acciones de psicoeducación.

Además, intentamos que nuestras acciones también ayuden a cambiar las injusticias y las violaciones de derechos humanos. Promovemos el cambio de leyes para que sean más favorables a quienes sufren situaciones de injusticia social. Y siempre tenemos en cuenta la cuestión del género, uno de los aspectos que determina la diferencia en el control que hombres y mujeres tienen sobre sus vidas: su posición y condición social, el modo en que son tratados dentro de la sociedad y su exposición a riesgos específicos para su salud mental.

Por último, no olvidamos las particularidades de cada cultura. Por ejemplo, en los lugares donde trabajamos, a menudo el concepto de persona no está tan separado de la comunidad o de la naturaleza como en la cultura occidental. Las expresiones de dolor y sufrimiento también varían, como las maneras de enfrentar los problemas, las relaciones entre la vida y la muerte, la importancia de los ritos o el papel de líderes tradicionales y/o espirituales, que siempre han de ser tenidos en consideración.

¿Dónde trabajamos?

Estamos siempre cerca de las poblaciones vulnerables que tienen restringido el acceso a la salud. Actualmente, tenemos puesto el foco en crisis complejas como Siria, Palestina y Ucrania y también acompañamos a las comunidades desplazadas por estos y otros conflictos. Estamos presentes en los campos de personas refugiadas y migrantes en Grecia (con población siria y afgana mayoritariamente), en Angola (con población congoleña que huye del conflicto en la República Democrática del Congo). En Palestina trabajamos tanto en Gaza como en Cisjordania con población beduina especialmente vulnerable. En Mesoamérica apoyamos a asociaciones de familiares de personas desaparecidas en el trayecto migratorio, de migrantes retornados con discapacidad física y de familias desplazadas por los conflictos y la violencia que sufre toda la zona.

¿Qué hacemos?

Nuestra primera tarea es acompañar a las personas en sus circunstancias, velar porque tengan acceso a los servicios básicos. Tratamos de que las personas, familias y comunidades reciban información sobre su situación y puedan tomar decisiones en base a ello. En definitiva, procuramos que las personas puedan ser lo más autónomas posible y puedan retomar el control de sus vidas.

En circunstancias de conflicto, violencia y pobreza, donde todo es incertidumbre, poder asegurar un mínimo de estabilidad en el presente les ayuda mucho a poner en marcha sus propios recursos y capacidades. Ofrecer apoyos a las familias para que puedan reunirse, a las comunidades para que puedan organizar grupos de auto apoyo basados en sus necesidades son actividades de nuestro quehacer diario en salud mental. Asimismo, ayudamos a las personas a detectar los síntomas más frecuentes derivados de situaciones traumáticas, las acompañamos a la hora de afrontarlos y les ofrecemos herramientas que les ayuden a sobreponerse. Cuando es necesaria una intervención más especializada, nos aseguramos de que esta esté disponible, ya sea a través de nuestro equipo de profesionales o derivando a otros recursos.

Como organización de salud, uno de nuestros objetivos es integrar la salud mental y el apoyo psicosocial en los servicios de atención primaria. Intentamos incorporar personal psicosocial a los mismos y formar al personal sanitario para que pueda detectar problemática de salud mental y puedan o bien atenderles directamente o bien derivarles a un servicio especializado.

Por último, no podemos olvidar que una de las consecuencias derivadas tanto de los conflictos como de la pobreza es el aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas. Esta violencia puede tomar muchas formas, entre ellas violencia sexual, de pareja, psicológica, económica y de restricción de acceso a necesidades básicas, como el cuidado de la salud. Nuestros programas tienen un fuerte componente de género: apoyamos a mujeres y niñas para que accedan a los recursos básicos y tengan espacios propios donde puedan alcanzar sus objetivos.

Leticia
Silvela Coloma

 Responsable de salud mental y apoyo psicosocial.