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Todas las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo

Fotografía: Médicos del Mundo
Día Internacional por la Despenalización del Aborto

Todas las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo

En todo el mundo, hay mujeres que quieren abortar y que se ven obligadas a recurrir a la clandestinidad y a métodos que ponen en peligro su vida. En Burkina Faso, algunas mujeres beben café mezclado con antibióticos, en la franja de Gaza, algunas inhalan peligrosos productos químicos, mientras que en Haití la práctica de abortos inseguros se ha convertido en la tercera causa de mortalidad materna.
Esencial

Casi la mitad de los abortos practicados en el mundo son inseguros.

En Médicos del Mundo vemos en primera línea el sufrimiento de quienes no pueden recurrir a vías legales y seguras para abortar –los ejemplos mencionados son solo tres casos que apenas dejan vislumbrar la realidad que encontramos en los países en los que trabajamos-. En el Día Internacional de los Derechos Sexuales y Reproductivos y por la Despenalización del Aborto, hacemos un llamamiento para que todas las mujeres puedan acceder a la atención médica requerida en el caso de interrupciones voluntarias de su embarazo.

Todas las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y, por tanto, también a decidir sobre si desean tener hijos y cuándo quieren que esto suceda.

Una de cada dos mujeres vive en países donde el aborto está prohibido, restringido o no es una opción accesible para ellas. Este año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recortado los fondos para organizaciones benéficas que trabajan asesorando y ayudando en este sentido a mujeres en situación de vulnerabilidad.

Casi la mitad de los abortos practicados en el mundo son inseguros, incluyendo 8 millones de prácticas que utilizan métodos altamente arriesgados, como la inserción de cables en el cuerpo de la mujer. Los abortos inseguros matan decenas de miles de mujeres al año.

Facilitar a las mujeres el acceso a servicios de planificación familiar evita riesgos para su salud y les permite tener mayor control sobre su situación económica.

Merlyne, de República Democrática del Congo
Merlyne, de República Democrática del Congo

"¡Si te atreves a abortar, morirás!", le dijo una enfermera a Merlyne (foto arriba) cuando quedó embarazada siendo adolescente. Merlyne vive en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, donde el aborto es ilegal en la mayoría de las circunstancias. Merlyne pasó a tener un bebé sin que ella ni su pareja estuvieran realmente preparados. Ahora, está muy preocupada porque tanto ella como su bebé han pasado a ser una carga económica adicional para sus padres.

La Red Internacional de Médicos del Mundo trabaja en Kinshasa educando en salud sexual y reproductiva a adolescentes como Merlyne. También hemos llevado a cabo proyectos similares con mujeres en Nepal durante una década. En Haití, abogamos por que el aborto sea despenalizado y entrenamos a las y los trabajadores de salud para tratar las complicaciones relacionadas con el aborto. Nuestra red también apoya a la asociación de Planificación Familiar 2020. En julio, nos comprometimos a ayudar a un millón de mujeres en 13 países en desarrollo a tener acceso a servicios e información de planificación familiar.

Las mujeres de los países ricos también pueden tener dificultades para poder abortar. Irlanda prohíbe esta práctica en casi todas las circunstancias. Esta semana, los líderes del país anunciaron un referéndum de 2018 sobre sus leyes de interrupción del embarazo.

En el Reino Unido, en las clínicas de Médicos del Mundo apoyamos a personas vulnerables con dificultades para recibir atención sanitaria, incluidas las mujeres que desean acceder a servicios de salud sexual y reproductiva. El año pasado, atendimos a Helen, una mujer sin hogar que deseaba abortar y conseguimos que fuera registrada para poder ser atendida por un médico de familia y concluir el proceso. "Fue un momento decisivo para mí", dice Helen, que ahora tiene un trabajo como chef y un lugar donde vivir. "Si hubiera tenido un bebé en aquellas condiciones de inseguridad y tan complicadas, no habría sido bueno para nadie. Tener hijos es algo bueno, pero no podía hacerlo en ese momento".

Nuestros equipos trabajan con mujeres en campos de refugiados, zonas de conflicto, aldeas remotas y otras situaciones difíciles en todo el mundo. También tú puedes ser parte de esta labor, aquí puedes consultar cómo colaborar: https://www.medicosdelmundo.org/colabora.