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Actualmente, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro muertes —alrededor de 13 millones al año — se debe a causas ambientales como la contaminación a través del aumento de las temperaturas, las olas de calor o los incendios, cada vez más frecuentes.
Pero, entre 2030 y 2050, se prevé que el cambio climático cause 250.000 muertes más al año por malnutrición, diarrea o calor. Un dato que nos preocupa cada vez más, sobre todo por las consecuencias que ya está generando en personas vulnerables.
Porque la crisis climática representa la mayor amenaza para la salud global a la que se enfrenta la humanidad. Como organización sanitaria y miembro de la red internacional Global Climate and Health Alliance, desde Médicos del Mundo ya estamos respondiendo a los impactos del cambio climático sobre la salud allí donde trabajamos: en hospitales, centros de salud y, directamente, con las comunidades más afectadas en todo el mundo.
El impacto de la crisis climática sobre nuestra salud #PlanetaEnfermo
¿Cómo afecta el cambio climático a la salud?
⚠️ Aumento de muertes por calor extremo. Los fallecimientos debidos a las olas de calor han aumentado un 70% en todo el mundo en las últimas dos décadas, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
En países vulnerables o crisis olvidadas como Mozambique o Burkina Faso, el impacto es aún mayor, ya que el agua potable escasea por las numerosas sequías, cada vez más frecuentes. En el Sáhara, por ejemplo, casi el 80% de la población depende de la agricultura de subsistencia, altamente afectada por sequías e inundaciones.
⚠️ Inseguridad alimentaria y desnutrición. La OMS estima que más de 122 millones de personas podrían caer en situación de pobreza y desnutrición extrema para 2030 si no se toman medidas contra el cambio climático.
Además, en los países vulnerables que apuntamos en el anterior punto, el calor extiende los cultivos en este tipo de condiciones climáticas adversas, algo que aumenta el riesgo de sufrir tanto inseguridad alimentaria como desnutrición, especialmente en comunidades rurales vulnerables.
⚠️ Enfermedades infecciosas y/o crónicas. La crisis climática ha provocado un aumento de casos de malaria, dengue o zika, así como que la temporada de estas enfermedades climáticas se alargue. Algo que se traduce en más de 700.000 muertes al año por enfermedades transmitidas y que agrava el efecto que el cambio climático tiene en la salud global, especialmente de personas con patologías previas, pero también de colectivos más vulnerables como niños, niñas y mayores.
Además, en algunas de las regiones más pobres de Asia y África, los sistemas sanitarios no pueden hacer frente a brotes agravados por las condiciones climáticas y los desplazamientos provocados por conflictos o desastres naturales. En 2023, el 97 % de las muertes por malaria ocurrieron en África, muchas en comunidades sin electricidad ni acceso a atención médica.
⚠️ Deterioro de la salud mental. Las frecuentes inundaciones, sequías e incendios, que provocan olas de calor, incremento de la insalubridad o inseguridad alimentaria están provocando un aumento de los casos de ansiedad, depresión o estrés postraumático, según datos recientes del Foro Económico Mundial.
Además, se han incrementado las autolesiones y las tasas de suicidio. Las personas con enfermedades mentales preexistentes, las poblaciones indígenas, las personas inmigrantes y refugiadas, y los niños, niñas y adolescentes son especialmente vulnerables.
Todos estos datos demuestran que la relación entre salud y cambio climático es cada vez más estrecha y preocupante, ya que influye directamente en los determinantes sociales y ambientales de la salud, sobre todo en países o zonas ya vulnerables desde hace años.

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La crisis climática amenaza nuestra salud
La respuesta de Médicos del Mundo frente a la crisis
Desde Médicos del Mundo llevamos décadas respondiendo a los problemas para la salud que ocasiona el cambio climático con intervención sanitaria en hospitales, centros de salud y clínicas móviles, entre otras.
Además, pedimos a los gobiernos que desarrollen sistemas de salud resilientes al cambio climático, sostenibles y con bajas emisiones de carbono. En el corto plazo, es fundamental que las inversiones destinadas a la recuperación tras la pandemia del COVID-19, entre otras, contribuyan a combatir el cambio climático y a reducir las desigualdades sociales y sanitarias.
Por eso, trabajamos especialmente en países con escasez de recursos para combatir la emergencia climática, o que están sufriendo esta crisis en mayor medida por sus condiciones ambientales y geográficas. Por ejemplo:
📢 En Sudán del Sur, las recientes inundaciones han tenido consecuencias devastadoras, provocando un aumento alarmante de la malnutrición y llevando a algunas regiones a la hambruna.
En estos últimos cuatro años, más de 400.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, y el 40% de ellas reside en el estado de Jonglei, donde Médicos del Mundo llevamos trabajando desde 2017. La población apenas había comenzado a recuperarse de las lluvias más intensas del último siglo, cuando una nueva temporada de precipitaciones volvió a golpear con fuerza.
📢 En el caso de Mozambique, las olas de calor, las tormentas y las inundaciones, están aumentando en frecuencia e intensidad debido al cambio climático. Algo que está provocando la pérdida de vidas humanas y que se agraven problemas de salud pública como el aumento de enfermedades transmitidas por el agua, los alimentos y vectores como los mosquitos.
Un ejemplo especialmente devastador fue el ciclón Idai, que en 2019 golpeó con fuerza la costa de Mozambique. La ciudad de Beira, epicentro de este desastre natural, quedó prácticamente destruida. Cientos de miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares tras perderlo todo: sus hogares, cultivos, herramientas y medios de subsistencia. En total, el ciclón afectó a más de un millón de personas, una cifra que muestra la magnitud de la crisis climática.
Nuestros equipos de Médicos del Mundo se trasladaron inmediatamente a la zona afectada para proporcionar atención sanitaria de emergencia a las comunidades más vulnerables, entre ellos niños, niñas, adolescentes y personas mayores.
Menos de dos años después, en enero de 2021, Beira volvió a sufrir las consecuencias del cambio climático con el ciclón Eloise, que afectó a más de 440.000 personas en la misma región, todavía en proceso de recuperación.
Hoy, en Mozambique, la crisis climática se ha convertido en una emergencia permanente y olvidada. Las condiciones meteorológicas extremas ya no son hechos aislados, sino una realidad recurrente que afecta gravemente a sus comunidades, que apenas tienen recursos para subsistir.
¿Qué puedes hacer tú por la salud del planeta?
Debido al cambio climático, hemos pasado a trabajar de la cooperación a la emergencia en muchas zonas del mundo, como Guatemala, Sudán del Sur, Mozambique o los campamentos saharauis, entre otros, para paliar las consecuencias de estas crisis con atención sanitaria y en salud mental, además de presionar a los gobiernos de los respectivos países para contar con políticas ambientales y los recursos suficientes para desarrollar sistemas sanitarios de servicios integrales gratuitos y de calidad.
Pero esto no sería posible sin la solidaridad y el compromiso de quienes creen, como todos y todas las personas que trabajamos en Médicos del Mundo, en la preocupante conexión entre salud y medio ambiente y el apoyo a las acciones sostenibles, sobre todo las humanitarias.
El cambio climático es la mayor amenaza para la humanidad en el siglo XXI y, por eso, es vital actuar ya para revertir sus efectos. Tu donación, ya mensual, trimestral o puntual, nos permite seguir en países que necesitan de la ayuda humanitaria para sobrevivir y prosperar. Ayúdanos a devolverles la esperanza y a construir un mundo más comprometido y consciente de la importancia de la sostenibilidad.
Si quieres colaborar, pero no puedes hacerlo de forma económica, ayúdanos compartiendo este artículo en tus redes sociales o aportando tu ayuda como voluntario o voluntaria. Solo te llevará el tiempo que puedas comprometerte, ni más ni menos.
Porque construir un mundo más sostenible solo será posible con el esfuerzo conjunto de personas como tú, organizaciones humanitarias como la nuestra y los gobiernos.