Cooperación Internacional
La labor de Cooperación Internacional de Médicos del Mundo se caracteriza por contribuir a mejorar la salud de las poblaciones excluidas de cada país en donde tiene presencia la organización, testimoniando cualquier situación de exclusión desde un enfoque de derechos humanos y con perspectiva de género.
En 2022 desarrollamos 135 proyectos de Cooperación Internacional: 63 de Cooperación al Desarrollo y 72 de Acción Humanitaria (18 de COVID-19) en 17 países o territorios: Afganistán, Bolivia, Burkina Faso, Campamentos de personas refugiadas saharauis en Tinduf (Argelia), El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Mauritania, Mozambique, Senegal, Sierra Leona, Siria, Sudán del Sur, Territorio Palestino Ocupado, Venezuela, Ucrania. Trabajamos en colaboración con 86 organizaciones nacionales socias para mejorar el acceso a la salud de 3 826188 beneficiaros directos y 17 138 406 beneficiarios indirectos
Inclusión Social
La inclusión está relacionada con la integración, la cohesión, la justicia social y consiste en materializar la posibilidad de participación igualitaria de todos los miembros de una sociedad en todas las dimensiones sociales (económica, legal, política, cultural, etc.).
A lo largo de 2022 hemos apoyado a un total de 25.561 personas (64% mujer cis, 2% mujer trans, 33% hombre cis) de 124 nacionalidades, un 17% más que durante el año anterior, en 14 Comunidades Autónomas. A nuestro trabajo en Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Catalunya, Comunidad Valenciana, Euskadi, Extremadura, Galicia, Madrid, Navarra y en la Ciudad Autónoma de Melilla, se sumó a finales de año el realizado en Cantabria y La Rioja en el marco del programa de Prostitución y Trata.
El año culminó con un total de 103.615 intervenciones (73.251 de ellas de carácter social, 15.773 de tipo sanitario, y 14.591, psicológicas) enmarcadas en proyectos para los que también fue necesaria la interacción con otras organizaciones e instituciones públicas.
Movilización Social
Para combatir todas las enfermedades, incluida la injusticia, tenemos que movilizar a la sociedad para que ésta vea lo que nosotros vemos cada día y convencerla para que apoye nuestras acciones.
Nuestra legitimidad se sustenta en el trabajo directo con las personas que sufren exclusión y pobreza, unas condiciones que afectan directamente a su salud. Y nuestra capacidad de influencia para contribuir a cambiar estas situaciones de injusticia viene del apoyo social. Porque sin apoyo social no tenemos fuerza.
