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30 años combatiendo todas las enfermedades, incluida la injusticia

Fotografía: Médicos del Mundo

30 años combatiendo todas las enfermedades, incluida la injusticia

Los aniversarios suelen celebrar aquello que sigue adelante: una pareja, una empresa, un proyecto. También sirven para recordar un acontecimiento: un día histórico o quizá una tragedia. En 2020, Médicos del Mundo cumplimos 30 años de vida en España deseando no ser necesarios ni uno más.

En este tiempo hemos conseguido grandes logros: hemos facilitado el acceso a la atención sanitaria a miles de personas, hemos protegido a niñas de sufrir la mutilación de sus genitales, hemos prevenido contagios por VIH y hemos prestado apoyo psicológico y médico a quienes han sufrido conflictos y desastres naturales, por mencionar algunos.

Nos gustaría celebrar nuestra desaparición porque significaría que todo el mundo ha conseguido la atención sanitaria que merece, que nadie más sobrevive en la cara B de la vida; que todo el mundo es clase VIP y nadie sale por la puerta de atrás.

Pero de momento, no podemos permitirnos desaparecer. Seguiremos combatiendo todas las enfermedades, incluida la injusticia. Si hace falta, durante 30 años más, porque la salud es lo primero.

2020 marca un hito en nuestra historia

Cumplimos 30 años desde que nuestra asociación asumió el compromiso de trabajar para hacer efectivo el derecho universal a la salud de las personas excluidas, vulnerables o víctimas de las crisis.

La denuncia, el testimonio, la intervención, la movilización social o la incidencia política han sido nuestras mejores herramientas para orientar este compromiso, pero aún queda mucho trabajo por hacer...

Durante este año queremos celebrar, pero también visibilizar, el trabajo que hacemos en los lugares donde estamos presentes. Para ello, hemos preparado un logotipo especial que refleja estos 30 años de vida como algo real, sólido.


Junto a la imagen clásica de Médicos del Mundo se proyecta una sombra que representa que recorrido que hemos trazado durante estas 3 décadas, la huella dejada día a día en los lugares donde hemos actuado y en las personas que hemos conocido. Un trazo humano, cercano, sincero y certero en homenaje a quienes habéis hecho posible cada proyecto, programa, salida de la unidad móvil, actuación, atención, desplazamiento, tratamiento, justificación, donación, voluntariado, test, fotografía, obra de adecuación, centro de tratamiento...








Gracias a todas y todas por hacerlo posible. Gracias a todas y todos por seguir contribuyendo a este sueño que nos impulsa a querer cambiar las cosas para acabar con las caras B, los lados oscuros y las salas de espera sin esperanza de este mundo.