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Cambiar algo para no cambiar nada

En el Gallinero se asienta un campamento rumano de población gitana.

Cambiar algo para no cambiar nada

Polémico anuncio del Ministro de Sanidad Alfonso Alonso

Madrid, 31 de marzo 2015.- La rectificación parcial anunciada esta mañana por el Ministro de Sanidad Alfonso Alonso del Real Decreto Ley 16/2012  en el que señalaba que “las personas inmigrantes sin papeles tendrían acceso a la atención primaria, si bien no se les otorgaría la Tarjeta Sanitaria “  no parece que vaya a cambiar de manera importante la realidad para aquellas personas afectadas y excluidas de la Sanidad desde hace 3 años. 

Es lógico que hayan sido tantas las voces que desde diferentes organizaciones sociales y medios de comunicación lo tacharan  de oportunista y electoralista, porque si bien se quería presentar como una marcha atrás en el “apartheid” sanitario que se viene practicando desde hace ya varios años en España, no responde a preguntas básicas como: ¿cuál será el procedimiento que deberán seguir las personas inmigrantes que deseen pedir cita médica y no tengan la Tarjeta Sanitaria? ¿Qué ocurrirá si en esa primera cita en atención primaria se estima oportuna una derivación a un especialista? ¿No es un riesgo que una persona que cada vez que acuda a una cita médica sea atendida por un profesional diferente y no posea historia médica? ¿cómo quedará garantizado el tratamiento y seguimiento que necesitan las personas enfermas crónicas?

Además, no parece haber respuesta a otras reivindicaciones relativas al “repago” de medicamentos y  tratamientos, ni al impacto que ha tenido en el presupuesto español, ni en términos de ingresos o gastos, la retirada de la Tarjeta Sanitaria que se incluyó entre las medidas de recuperación económica.

Por ello, hay que insistir en que esta medida no significa, en ningún caso, la restitución del modelo universal de nuestro sistema sanitario y que en ningún caso devuelve el derecho que se elimina con el RD 16/2012; esta medida es muy insuficiente e incompleta y solo demuestra que la decisión que se tomó de retirar el derecho a la asistencia sanitaria a las personas en situación irregular fue un error con consecuencias graves para la salud pública, sin fundamento, que no ha aportado a la sostenibilidad que pretendía y si ha provocado sufrimiento, confusión e exclusión.