El Bosque Sonoro se une a Médicos del Mundo para apoyar en la emergencia de Ucrania

Zaragoza, 3 de mayo de 2022.- El Bosque Sonoro, uno de los eventos culturales más interesantes que surgió en plena pandemia y que se ha convertido en referente en el ámbito rural y musical, se une a Médicos del Mundo para firmar un acuerdo de colaboración con el cual por cada entrada vendida se donará 1 euro al pueblo ucraniano. Esta acción sigue la estela que El Bosque Sonoro ha llevado durante todas sus ediciones, convirtiendo la cultura en un apoyo a las causas sociales y creando una fiesta respetuosa con el medio ambiente. En sus primeras ediciones por cada entrada vendida se plantaba un árbol para compensar el CO2 emitido y combatir la deforestación; este año, debido a la situación excepcional que se está viviendo en Ucrania, se ha decidido destinar la donación solidaria a esta causa.

• ¿Puedes ayudar en la crisis de Ucrania?
• Nuestros equipos siguen trabajando en la crisis de Ucrania.

Para poder alcanzar la máxima cifra posible en apoyo al pueblo ucraniano, este festival, previsto del 17 al 19 de junio en el enclave natural del bosque de ribera de la pequeña localidad zaragozana Mozota, contará en su programación con Los Planetas, Xoel López, Zahara, El niño de Elche, Kiko Veneno, El Columpio Asesino, Sen Senra o Natalia Lacunza, entre muchos otros.

"Este gesto de enorme generosidad del Festival El Bosque Sonoro significa mucho para Médicos del Mundo porque nos permite estar junto a las personas que más nos necesitan en la emergencia en Ucrania en un momento de enorme dolor e indefensión. Durante la cobertura de la emergencia, trabajamos en apoyo de las víctimas con más de un centenar de profesionales, prestando servicios de atención psicosocial y salud mental, especialmente a las personas desplazadas del interior del país, y ya hemos suministrado más de 12 toneladas de material de traumatología y quirúrgico a 20 hospitales en zonas especialmente asediadas”, ha indicado Nieves Turienzo, presidenta de nuestra ONG. Muchas gracias al Festival por su apoyo y también a las personas que acudan a Mozota en junio por su compromiso con el pueblo ucraniano”, ha añadido.

Entrega de medicamentos en un hospital de Ucrania. ©Olmo Calvo

Un evento rural, respetuoso y sostenible

Sin plásticos ni papel, ni materiales de un solo uso y penalizando la utilización del vehículo privado. Estas son solo algunas de las numerosas medidas que El Bosque Sonoro implantó desde su nacimiento para proteger el entorno natural de Mozota, municipio donde se lleva a cabo el festival, y concienciar sobre el impacto medioambiental. Además, cuenta con la etiqueta “CeroCO₂”, que reconoce que se ha calculado la huella de carbono y que se compromete a compensar las emisiones generadas durante el festival que no se hayan podido evitar.

También, el festival, en su firme propósito por visibilizar el entorno rural, apuesta por pequeños productores para su oferta gastronómica. Los últimos confirmados son Conservas Good Boy (Olhão, Portugal), Devas Gourmet (Escalonilla, Toledo), Tarro Verde (Ribatajada, Cuenca), La Azucena (Madrid), Laurel y Tomillo (Lagueruela, Teruel), Cookplay (Bilbao), Sierra de las Villuercas (Deleitosa, Cáceres), Encantaran (vielha, Valle de Arán) y El Juncal (Fitero ,Navarra). Todo se sirve en vasos y platos compostables, están elaborados con fécula de maíz. Con los residuos orgánicos y el material biodegradable, como los restos de alimentos, se realizará compost.

El proyecto que surgió con la intención de revitalizar el entorno desde una perspectiva sostenible con el medio ambiente, se ha convertido en una referencia para el sector cultural en el medio rural abriendo camino para otras propuestas culturales. Esta edición busca superar la excelente acogida que obtuvo el evento en años anteriores y mejorar su compromiso social. Y es que, el concepto del festival ha sido reconocido nuevamente en el ‘Observatorio Cultural 2021’ que cada año lleva a cabo la Fundación Contemporánea en sexta posición de su ranking de propuestas culturales más interesantes en Aragón. Todo ello gracias a los más de 4.000 espectadores que acudieron el pasado año a su segunda edición.

Y es que este festival, que no cuenta con ayudas ni financiación pública, trabaja para ser una alternativa sólida para un entorno rural más sostenible. Se trata de un proyecto complejo que pretende dar alegrías y trabajo al pueblo zaragozano de Mozota, creando más de 30 puestos de trabajo y fomentando el turismo de la zona.