Haití: cuando el miedo impide ir al médico

Madrid/Puerto Príncipe, 14 de junio de 2021.- “¿Cómo quieres que salga de mi casa? Todos los días escuchas disparos, las bandas se enfrentan y te enteras de que tal o cual persona ha sido asesinada. Simplemente no puedo arriesgar mi vida o la vida de mis hijos para ir al hospital en este momento”. Así de crudo lo cuenta Erlande Jacques, una mujer haitiana que frecuenta los proyectos de Médicos del Mundo de Cité Soleil (distrito de Boston). 

Desde el 1 de junio, la ya precaria situación en los centros de salud se ha ido deteriorando cada vez más. Desde esa fecha, en la zona metropolitana de la capital, específicamente los barrios de Martissant, Cité Soleil, Bel Air y Delmas 2, el enfrentamiento entre bandas armadas ha sido intenso. Como resultado, se estima que más de 1.000 personas se han desplazado buscando refugio, instalándose en parques, plazas y centros deportivos.  

Los pacientes no llegan y el personal sanitario se desespera. Aunque a veces ni ellos mismos consiguen alcanzar sus centros de trabajo, su preocupación principal es que se dé marcha atrás en los pocos avances conseguidos. “¡La situación actual es insoportable! Las embarazadas se niegan a acudir al hospital para los seguimientos imprescindibles porque temen la violencia actual en las calles. Es como perder lo que hemos construido durante los últimos años en el espacio de unos meses”, clama Jacqueline Delmita Joseph, matrona de Cité Soleil (distrito Truitier). 

Enfrentamientos entre grupos armados, tiroteos, incendio de casas, saqueos de comercios, bloqueos de tráfico…

La inseguridad generalizada lo impregna todo. La libre circulación se ha convertido en un desafío diario para la población residente en los barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe y regiones vecinas. Enfrentamientos entre grupos armados, tiroteos, incendio de casas, saqueos de comercios, bloqueos de tráfico… Buena parte de quienes consiguen llegar ahora a los hospitales lo hacen con heridas provocadas en estos conflictos. De hecho, según datos de Médicos Sin Fronteras (MSF), en uno de sus hospitales en la capital, el de Tabarre, desde noviembre de 2019, el 65% de los pacientes atendidos han sido víctimas de esta violencia urbana. El caos ha supuesto también el aumento de casos de violencia contra mujeres y niñas. 

“De alguna manera, este es un país que no existe”, concluye Mª José Venceslá, coordinadora de Médicos del Mundo España en Haití, ante la inacción tanto del Gobierno como de los estamentos internacionales a pesar de la situación crítica que vive la población. 

Ambulancias y suministros médicos bloqueados 

Los diversos movimientos populares de protesta contra el régimen político actual suelen utilizar estrategias que tampoco facilitan la movilidad de un punto a otro de la ciudad. Esto obliga a cambiar forzosamente la planificación y las intervenciones de los organismos involucrados en la prestación de servicios de salud. Las calles aparecen bloqueadas por barricadas de neumáticos, cables o incluso paredes en llamas, lo que dificulta el tránsito de las ambulancias, del personal sanitario, los pacientes y el suministro de combustible y materiales médicos.  

Por ejemplo, en el Hospital Adventista de Haití dejaron de atender urgencias respiratorias el pasado día 7 de junio al no haber recibido el oxígeno que necesitaban por los cortes de carreteras. Un día antes, el Hospital St Luc hacía un llamamiento público para pedir también oxígeno, un bien básico para atajar algunas de las principales dolencias asociadas al covid-19, en un país que no ha dispensado ni una sola vacuna. 

“La actual situación de inseguridad significa que debemos escondernos periódicamente para evitar los disparos. Nuestro barrio está aterrorizado. Personalmente, no puedo hacer mi trabajo como debería porque es difícil moverse por la comunidad. Esta situación tiene consecuencias terribles para el seguimiento de niños desnutridos, mujeres embarazadas y familias en situación de vulnerabilidad de salud”, relata Brutus Jean, agente de salud en el centro hospitalario Fontaine de Cité Soleil.

A pesar del apoyo al sistema de salud haitiano que lleva a cabo Médicos del Mundo, con financiación de la Oficina Europea de Ayuda Humanitaria (DG/ECHO), siguen faltando materiales y recursos humanos para hacer frente a la pandemia.

Contexto de la crisis y peticiones a los gobiernos 

En esta ocasión, las causas de la situación -y sus graves consecuencias para la salud de las y los haitianos- no solo están relacionadas con la permanente escasez de recursos humanos y financieros del país, sino también con las consecuencias más palpables de la crisis social y política a la que se enfrenta el país desde hace una década. 

En las casi dos semanas que han pasado desde el agravamiento del escenario en la capital, el Gobierno y la comunidad internacional guardan silencio con respecto a la situación. Nadie ha condenado los hechos violentos y el gobierno no ha intervenido de ninguna forma. La población se muestra desconfiada y crispada por la inacción de los poderes públicos. Médicos del Mundo exige una reacción urgente tanto al ejecutivo haitiano, como al resto de la comunidad internacional, incluida la UE. 

Médicos del Mundo en Haití 

En Haití, cuatro delegaciones de la ONG médico-humanitaria (España, Suiza, Canadá, y Argentina) trabajan unidas para reforzar los servicios de salud sexual y reproductiva, salud materna y neonatal en distintos departamentos del país, incluidas las zonas rurales. 

Más información sobre los proyectos de la rama española en este enlace.