De baja por enfermedad en plena campaña electoral

Mítines sin líder, atriles vacíos y candidatas y candidatos de baja en casa, teniendo que elegir entre pagar la factura de la luz o las medicinas para curarse. En esta tesitura invitamos a las formaciones políticas a situarse con el fin de que sus programas respondan al que es el tercer problema que más preocupa en lo personal a la ciudadanía española, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de abril.

Para cerca de 100 millones de personas en el mundo enfermar no es un simple desafío electoral; significa caer en la pobreza extrema para pagar los servicios de salud, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para pensionistas como Benita ponerse mala implica tener que elegir entre pagar la medicación o las facturas. Para colectivos en situación de especial vulnerabilidad, como embarazadas y menores migrantes en situación irregular, personas inmigrantes gravemente enfermas o mujeres y niñas víctimas de trata, las barreras administrativas y la desinformación resultan obstáculos infranqueables para acceder a la sanidad universal.

Demandamos a las formaciones políticas de las nueve comunidades una política de cooperación de calidad, ambiciosa y transformadora, a través del incremento de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) hasta el 0,5% para el 2023 y el 0,7% antes de 2030.

También pedimos a las formaciones de las comunidades autónomas que jueguen un rol importante para incidir en las políticas estatales y europeas que coordinan los procesos de entrada a territorio europeo, ya que las comunidades son competentes en materias muy vinculadas al proceso de acogida e integración de las personas refugiadas. Es necesario que los Gobiernos autonómicos que resulten de las urnas asuman este rol con responsabilidad y diligencia.

En cuanto al acceso al Sistema Nacional de Salud, las autonomías deben adoptar medidas legislativas que reconozcan el derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria con cargo a fondos públicos a todas las personas con residencia efectiva en la comunidad.

Además, recordamos la necesidad de garantizar un acceso al Sistema Nacional de Salud libre de barreras administrativas, eliminar los copagos y alcanzar una asignación presupuestaria suficiente para asegurar la calidad, eficiencia y universalidad del SNS.

Previo a la pegada de carteles que los partidos políticos llevarán a cabo esta noche para arrancar su campaña electoral, les reiteramos la necesidad de que la salud esté en el centro de sus políticas públicas. Por ello, en las recomendaciones “Lo que nos importa es la salud. ¿Y a ti?” recuerda a candidatas y candidatos sus propuestas sobre atención sanitaria universal, cooperación al desarrollo y acción humanitaria y protección a los derechos de las personas refugiadas y migrantes.

Invitamos a la ciudadanía a que se sume a esta acción en las redes sociales con la etiqueta #QuéMeEstásContando, con el objetivo de conseguir que los partidos políticos se pronuncien con respecto a una agenda de compromisos pendiente de cumplir y no olviden lo que de verdad importa: la salud.

Una política de Cooperación al Desarrollo de calidad

Destacamos la importancia de recuperar una política de cooperación de calidad, ambiciosa y transformadora, recuperando el compromiso de la cooperación autonómica con la AOD en general para alcanzar el 0,7% antes de 2030.

Hay que mantener el peso de la cooperación en salud como sector clave de la cooperación, destinando al menos el 15% del total de la AOD a salud, así como afianzar la cooperación de las comunidades frente a las crisis humanitarias; consolidando en el tiempo los fondos destinados a la acción humanitaria para cumplir con el compromiso de destinar a la AH al menos el 10% del total de la AOD.

Protección de los derechos de las personas refugiadas

Es fundamental garantizar vías seguras de acceso al territorio europeo, el derecho de asilo y las condiciones adecuadas para la recepción de personas migrantes y solicitantes de asilo de acuerdo con las normas internacionales de respuesta humanitaria.

Los políticos y las políticas tienen que apostar por la protección de las personas en situación de mayor vulnerabilidad, como menores de edad, mujeres solas, personas que viajan con menores o personas con diversidad funcional o enfermas, así como instar al Gobierno central a llegar a acuerdos con terceros países que no incluyan cláusulas contrarias a los derechos humanos ni a la protección internacional de personas migrantes y refugiadas.

Una sanidad pública y de calidad para todas las personas

La regulación del acceso al sistema sanitario de las diferentes comunidades ha sufrido múltiples vaivenes en los últimos años, tras la reforma del 2012. Después de la entrada en vigor del RDL 7/2018 de sanidad universal, se ha producido un preocupante retroceso de derechos, consecuencia de la interpretación restrictiva que han hecho las diferentes consejerías de Sanidad. Estas lecturas han dado lugar a la denegación de la atención a mujeres embarazadas que no acrediten llevar al menos tres meses en España o la atención sanitaria a personas que viven en España fruto de un proceso de reagrupación familiar, entre muchas otras.

Por ello, instamos a las próximas presidencias de las comunidades a adoptar medidas legislativas a que reconozcan el derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria a todas las personas con residencia efectiva.