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Cuando el sufrimiento se acumula

Cuando el sufrimiento se acumula

Leticia Silvela, psicóloga de Médicos del Mundo, nos ayuda a entender los riesgos para la salud física y mental del bloqueo de personas rescatadas en el mar, tras la situación vivida en los barcos Open Arms y Ocean Viking.
Esencial

El sufrimiento no empieza en el agua, ni en el barco de rescate. Empieza muchos meses o años antes, con la decisión de dejar atrás una realidad a menudo invivible. Llevan a la espalda cientos de días sorteando obstáculos, y casi siempre hambre, abandono, violencia. Agrupar a cientos de personas con esas vivencias en un espacio cerrado y sin salida, personas que ven cerca la posibilidad de dejar atrás el horror pero no acaban de conseguirlo, es un escenario difícil de gestionar.

Lo analiza así Leticia Silvela, responsable de salud mental de Médicos del Mundo. “Hablamos de gente que va acumulando muchas situaciones difíciles. Vienen principalmente de Libia, de Sudán, y Sudán del Sur, de lugares donde han sufrido tortura, hacinamiento, disparos indiscriminados. Escenas en las que matan a la persona que está a tu lado. Todo esto hace que se rompa el sentido de la vida, que la gente pierda la esperanza y que por ello aparezcan los trastornos mentales, la depresión, la ansiedad”, cuenta.

A las personas que logran sobrevivir -como las que siguen en el barco Ocean Viking, gestionado por Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterrané y recientemente en el de Open Arms-, se les suma la angustia de lo desconocido. “Lo que más daño hace es la prolongación de la incertidumbre; que la gente no sepa lo que va a pasar, tener la vida pendiente de un hilo. Eso aumenta los niveles de estrés y con ello, las acciones a la desesperada: intentos de suicidio, ataques de pánico, crisis violentas, amenazas con quitarse la vida y quitársela a otros...”.

Todo esto afecta a la salud, tanto física como mental, que son dos caras de la misma moneda. Quienes han sido rescatados “están ahora en modo supervivencia, pero cuando lleguen a buen puerto y consigan un mínimo de estabilidad, probablemente aparecerán otras enfermedades físicas y mentales. Entonces necesitarán un apoyo continuo que les ayude a sobrevivir y a restablecer su vida de manera adecuada”. Empezar a reconstruirse. Ese es el trabajo que, una vez llegadas a tierra, comienza ahora con la intervención de organizaciones especialistas.

En el caso de los niños y niñas -el barco de Médicos sin Fronteras lleva más de 100 a bordo- “se enfrentan a lo mismo que las personas adultas, pero en mayor grado, porque tienen menos capacidad de decisión y de acceso a la información, por lo que habría que protegerles de una manera especial. Están perdiendo la capacidad de desarrollarse adecuadamente”, añade la especialista.

Meses o años arriesgando la vida

Según un informe elaborado recientemente por la sección belga de Médicos del Mundo sobre la salud de la población migrante procedente de países de África Occidental y Central, la duración mínima del proceso migratorio excede los seis meses. El 83,8% declara haber sido víctima de alguna forma de violencia durante su vida -en el país de origen, durante el trayecto o en el país donde se encuentran en el momento de la entrevista-y el 61% durante la ruta migratoria.

Las mujeres reportan más experiencias de violencia sexual y psicológica y secuestro. Para el 60% de las personas entrevistadas, lograr acceder a atención sanitaria fue un intento lleno obstáculos.

Medidas urgentes para salvar vidas

Por eso, porque los rescates, cuando llegan, salvan a personas con sufrimiento acumulado, hay que evitar por todos los medios debilitar aún más su salud añadiendo incertidumbre a su dolor.

Es una obligación de los Estados prestar auxilio humanitario para evitar las muertes en el mar o en el desierto. Pero, además, la apertura de rutas seguras y legales es necesaria para acabar con las redes de tráfico de personas y evitar que se arriesguen vidas en viajes peligrosos: abrir la posibilidad de solicitar asilo en embajadas y consulados en el exterior; facilitar visados humanitarios y de estudios o flexibilizar los requisitos de reagrupación y extensión familiar, son algunas de las medidas que se deberían tomar.

Desde Médicos del Mundo pedimos la asunción urgente de un acuerdo europeo para situaciones de emergencia como las vividas los últimos días en estos barcos, que evite largas negociaciones que pongan en riesgo la salud de las personas que ya han sido rescatadas en el Mediterráneo