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El reto de curar en hospitales bombardeados 

Fotografía: Médicos del Mundo

El reto de curar en hospitales bombardeados 

La destrucción de la infraestructura del país es un reto para proporcionar asistencia sanitaria a las zonas afectadas por el conflicto. El daño a hospitales y centros de salud condena a la población ucraniana a una atención médica deficitaria.

Desde que comenzara la guerra el pasado 24 de febrero, Ucrania ha estado sometida a un promedio de un bombardeo cada 36 minutos, según el proyecto de análisis Armed Conflict Location & Event Data Project. Los hospitales, centros de salud y centros sanitarios no han sido una excepción. Ser personal sanitario tiene un alto riesgo, en contra del derecho internacional humanitario. El daño a hospitales y centro de salud condena a la población ucraniana a la imposibilidad de disfrutar de su derecho a la salud.

Llegar a centros sanitarios con el material humanitario necesario no es tarea fácil. Transportar y entregar las donaciones de medicamentos y consumibles médicos es especialmente complejo debido a daños en carreteras, infraestructuras y la ausencia de rutas seguras. Como venimos denunciando, es esencial prevenir la violencia dirigida al personal humanitario y los incidentes de seguridad para garantizar los derechos y la salud de las personas en un contexto de conflicto armado.

 

Centros de salud bombardeados 

En estos seis meses y medio de guerra, 460 infraestructuras de salud han sido afectadas por ataques; 100 personas han sido asesinadas y 129 heridas entre personal sanitario, pacientes y resto de población. La violencia armada ha impactado especialmente contra centros de salud y personal sanitario: 75 ataques han sido contra transporte sanitario como ambulancias y 60 de ellos contra personal sanitario, según el sistema de vigilancia de ataques a la salud, una herramienta de monitoreo de la OMS.  

ONG que trabajamos en Ucrania, reivindicamos que privar a los civiles de su derecho a acceder a necesidades básicas, servicios esenciales, asistencia humanitaria, a la protección y a una evacuación segura, así como atacar objetos civiles como hospitales, instituciones de enseñanza y edificios residenciales, son violaciones flagrantes del Derecho Internacional Humanitario. Las partes en el conflicto deben facilitar urgentemente el acceso humanitario sin obstáculos para que el personal sanitario pueda prestar asistencia vital y médica a las personas que lo necesiten. 

Médicos del Mundo frente a un ambulatorio atacado en Irpin, Ucrania. Pietro Chekal/ Médicos del Mundo
Médicos del Mundo frente a un ambulatorio atacado en Irpin, Ucrania. Pietro Chekal/ Médicos del Mundo

El trabajo de Médicos del Mundo, un desafío 

Desde el inicio de las hostilidades, Médicos del Mundo ha dirigido sus esfuerzos a respaldar el sistema de salud púbico para atender a los más de 17 millones de personas afectadas por la violencia armada. El plan de trabajo se divide en zonas seguras, zonas liberadas, zonas cercanas a la línea de contacto y las zonas ocupadas por el ejército ruso. El manejo de estas realidades permite determinar las necesidades de la población para un mayor impacto del apoyo prestado. 

Así, Médicos del Mundo hemos logrado llegar a unas 400,000 personas –directa e indirectamente- con la realización de más de 3.422 consultas médicas en ciudades como Chernivtsi, Kiev y Jarkiv, entre otras; con el apoyo además de dos unidades móviles para las zonas donde la población no puede desplazarse debido a los bombardeos y la escasez de combustible, por ejemplo. También hemos apoyado a 35 infraestructuras sanitarias, a las cuales se han donado medicamentos, equipos sanitarios, consumibles médicos y más de 700 kits de maternidad.  

Médicos del Mundo trata de garantizar el acceso a la salud, con atención primaria y apoyo psicosocial, con equipos médicos que ofrecen estos servicios en refugios y de manera directa a la población. Apoyamos con la distribución de materiales sanitarios, medicinas, gasolina y transporte, e incluso trasladando a personal sanitario a los centros rurales donde la devastación ha hecho complicada la movilidad. 

Una compañera de Médicos del Mundo camina por una calle que ha sufrido bombardeos de camino a un centro sanitario. Pietro Chekal/ Médicos del Mundo 
Una compañera de Médicos del Mundo camina por una calle que ha sufrido bombardeos de camino a un centro sanitario. Pietro Chekal/ Médicos del Mundo