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La salud es un derecho universal, pero para muchas personas trans sigue siendo un camino lleno de obstáculos marcado por prejuicios, desconocimiento y discriminación. ¿Por qué sigue existiendo la discriminación sanitaria a las personas trans en pleno siglo XXI? ¿Qué consecuencias tiene para su bienestar físico y emocional? Y, sobre todo, ¿Cómo podemos acabar con la exclusión en salud que sufren las personas trans?
Discriminación sanitaria hacia personas trans
La discriminación sanitaria hacia personas trans no es un hecho aislado: es una realidad documentada. Según un estudio liderado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III, el 80% de las personas trans o no binarias en España han sufrido algún tipo de rechazo o trato indigno en los servicios sanitarios. ¿Qué significa esto en la práctica?
- Negación de atención médica: Casos en los que profesionales se niegan a atender a pacientes trans, alegando falta de formación o prejuicios personales.
- Diagnósticos incorrectos: El desconocimiento sobre tratamientos hormonales o cirugías de afirmación de género provoca errores graves en diagnósticos y prescripciones.
- Trato deshumanizante: Comentarios ofensivos, uso incorrecto del nombre o pronombres, y actitudes que vulneran la dignidad del paciente.
Estas situaciones no solo vulneran derechos fundamentales, sino que generan miedo y desconfianza hacia el sistema sanitario y les excluye. De hecho, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (Felgtb) ha presentado datos que indican que casi el 50% de las personas trans anula o retrasa sus citas médicas por temor a la discriminación sanitaria ¿Cómo puede una persona cuidar su salud si teme ser humillada y recibir un trato indigno cada vez que va al hospital o a su centro de salud?
Las consecuencias de la exclusión en la salud de las personas trans
El abandono sanitario va más allá de una barrera administrativa y tiene un impacto severo tanto en la salud física como en la salud mental de las personas trans. Cuando el sistema no garantiza atención digna, se desencadena una cadena de riesgos que vulnera derechos fundamentales.
La discriminación en entornos sanitarios puede provocar estrés crónico, ansiedad y depresión. Esta invisibilización además puede reforzar el aislamiento y aumentar el riesgo de suicidio. Pero además de los riesgos de salud mental, la desigualdad sanitaria también puede tener riesgos físicos ya que muchas personas trans interrumpen tratamientos hormonales o no acceden a revisiones preventivas. Esto incrementa riesgos cardiovasculares, osteoporosis y complicaciones en tratamientos y cirugías de afirmación de género.
La exclusión en salud es más sangrante en el caso de las personas trans porque pueden necesitar acompañamiento médico para procesos como la hormonación o cirugías de afirmación de género. Negarles este derecho significa condenarlas a la invisibilidad y al sufrimiento.
La salud de las personas trans en situación de mayor vulnerabilidad
La exclusión sanitaria golpea con más fuerza a quienes ya viven en condiciones precarias. Las personas trans migrantes en situación administrativa irregular enfrentan una doble barrera: la legislación actual no les permite modificar nombre y sexo en la documentación, esto produce más limitaciones para acceder al sistema sanitario público. Esta realidad las expone a riesgos graves para su salud física y mental, y aumenta su vulnerabilidad frente a la violencia y la exclusión social.
Qué hace Médicos del Mundo por una sanidad inclusiva
En Médicos del Mundo trabajamos para que ninguna persona sea excluida del derecho a la salud por su identidad de género. Nuestro posicionamiento es claro: la diversidad no se patologiza, se acompaña. Por eso impulsamos acciones concretas que transforman el sistema sanitario y la sociedad.
Como la salud está vinculada a la realidad de la persona y su entorno y las mujeres trans siguen sufriendo tasas de desempleo muy altas, trabajamos mano a mano con el colectivo contra la transfobia laboral a través de la sensibilización, concienciación y la educación. También acompañamos individualmente a las mujeres en su proceso de búsqueda de empleo y mediamos con las empresas para conseguir contrataciones.
Construir una sanidad inclusiva no es solo una cuestión técnica, es un compromiso ético. En Médicos del Mundo creemos que cada persona tiene derecho a recibir atención sin etiquetas ni prejuicios. Con tu apoyo, podemos seguir formando profesionales, acompañando a quienes más lo necesitan y derribando las barreras que aún persisten. Porque la salud es un derecho, no un privilegio: súmate y ayúdanos a garantizarlo para todas las personas.