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Sin alternativas reales, el cierre de prostíbulos condena a las mujeres a la marginalidad

Fotografía: Sara Janini

Sin alternativas reales, el cierre de prostíbulos condena a las mujeres a la marginalidad

Damos la bienvenida a la petición del Ministerio de Igualdad para que las comunidades cierren prostíbulos ante la crisis de la covid-19, pero demandamos medidas alternativas para las mujeres
Esencial

Valoramos positivamente la propuesta del Ministerio de Igualdad, que ha instado a las comunidades a cerrar prostíbulos ante el actual momento de rebrotes en esta crisis sanitaria causada por la covid-19. Sin embargo, consideramos que esta propuesta será insuficiente si no va acompañada de una serie de medidas que garanticen los medios de vida de las personas en situación de prostitución, uno de los colectivos más castigados en esta crisis sanitaria, por falta de alternativas reales. 

Se exponían en el peor momento de la crisis sanitaria, en el estado de alarma, con clientes que se saltaban el confinamiento y exigían precios más reducidos y prácticas más violentas. Se volvían a exponer en la nueva normalidad, con la reapertura de clubes y pisos, con la imposibilidad de guardar la distancia en la práctica sexual; y ahora vuelven a sufrir la desazón de un sistema prostitucional que las condena a la marginalidad, cerrando prostíbulos sin ofrecer a cambio unas medias de protección que garanticen recursos con los que puedan vivir. 

exigimos un acceso sanitario universal y medidas para las víctimas de trata no nacionales o en situación administrativa irregular

Consideramos que cerrar prostíbulos por esta crisis sanitaria no deja de ser una medida transitoria insuficiente si no se acompaña de políticas públicas: recursos habitacionales, apoyo económico y alternativas para la reinserción laboral de estas personas. Además, muchas mujeres prostituidas en España viven en situación administrativa irregular, lo que dificulta en muchos casos su acceso al Sistema Nacional de Salud; por ello exigimos un acceso sanitario universal y medidas para las víctimas de trata no nacionales o en situación administrativa irregular. 

Sin medidas de apoyo, las mujeres se verán abocadas a seguir siendo prostituidas en la invisibilidad, con más riesgos y con la misma exposición frente al virus, con el consecuente riesgo que supone para la salud pública en un clima de inseguridad sanitaria constante.  

 

 

 

Sin Ingreso Mínimo Vital 

 

 

 

Más de dos meses después de que el Gobierno anunciara protección para estas personas a través del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y de que el Ministerio de Igualdad se comprometiera a no dejar atrás a este colectivo, las mujeres se encuentran con diversas barreras que las deja fuera del sistema, lejos de poder beneficiarse de este apoyo económico. El actual RDL 20/2020 no reconoce el derecho al IMV a las mujeres vulnerables en situación de prostitución, y aunque sí reconoce como potenciales beneficiarias a las víctimas de trata y explotación sexual, en la práctica las comunidades autónomas no lo están cumpliendo. Para su correcta implementación falta un reglamento que desarrolle dicho RDL.  

Señalamos que las comunidades reconocen este derecho al IMV a personas sin ingresos en situación administrativa regular y que, por tanto, las mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata que carecen de permiso de residencia no podrían acceder a este recurso, ya que el primer requisito para solicitarlo es acceder con NIE a una plataforma online. Pedimos que no se excluya a ninguna mujer que se encuentre en situación de prostitución y que se tenga en cuenta la imposibilidad de que acrediten un empadronamiento o dispongan de una cuenta bancaria. 

Señalamos la urgencia de poner solución a los vacíos e incoherencias que contiene el RDL 20/2020 que regula el Ingreso Mínimo Vital y recuerda la necesidad de que la medida propuesta por el Ministerio no tenga un carácter transitorio, sino que se enmarque en una estrategia integral de abolición de la prostitución.  

 

 

¿Qué hace Médicos del Mundo? 

 

Desde 1993 trabajamos  para proteger la salud  de las personas en situación de prostitución,  adaptando los programas a las nuevas necesidades de estas personas durante la pandemia: distribuyendo alimentos, productos de higiene,  tarjetas de teléfono, proporcionando  alojamiento  temporal, dando charlas sobre la prevención y control de la infección con el colectivo,  facilitando  material preventivo (mascarillas, gel, etc ), entre otras actividaes.