La violencia de género es, según el Instituto de las Mujeres, “aquella violencia que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad (parejas o exparejas). El objetivo del agresor es hacer daño y obtener el control sobre la mujer, por lo que se produce de forma continuada en el tiempo y sistemática, como parte de una estrategia”.
Se calcula que, en todo el mundo, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia de género física o sexual por parte de sus parejas o violencia sexual por parte de terceros en algún momento de su vida, según datos de noviembre de 2024 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En España, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 80% de las mujeres y niñas víctimas de violencia desarrollan alguna adicción, principalmente a fármacos como las benzodiacepinas o al alcohol, como mecanismo de escape frente a traumas.
Millones de mujeres y niñas se encuentran en riesgo de sufrir diferentes formas de violencia en todas las edades, que van desde el abuso o el maltrato hasta la mutilación genital femenina o la trata con fines de explotación sexual, algo que tiene graves consecuencias en su salud física y mental.
La violencia de género no es un problema individual, ni del ámbito privado, sino un síntoma de una estructura social injusta que discrimina a las mujeres y requiere cambios profundos en la cultura, las leyes, la educación y las políticas públicas.
Violencias de género: más allá de lo físico
Este tipo de violencia influye en distintos aspectos de la salud de las mujeres, así como a sus hijos e hijas, con graves consecuencias para quienes la sufren.
Aunque las secuelas físicas son las que primero se ven (desde traumatismos, heridas o quemaduras que pueden llegar a producir discapacidad hasta deterioro funcional o síntomas físicos como cefaleas), existen otros tipos de secuelas que no se ven a simple vista porque la violencia de género no siempre deja marcas visibles.
Consecuencias en condiciones crónicas de salud:
- Síndrome del intestino irritable y otros trastornos gastrointestinales.
- Dolor crónico
- Abuso de alcohol, drogas, psicofármacos, juego o compras
Consecuencias para la salud sexual y reproductiva:
- Pérdida de deseo sexual, trastornos menstruales, ITS, sangrado y fibrosis vaginal, dispareunia (dolor en la penetración), vaginismo, anorgasmia, dolor pélvico crónico, infección urinaria, embarazo no deseado, etc.
- Durante el embarazo: hemorragia vaginal, amenaza de aborto, muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer.
Consecuencias para la salud social:
- Aislamiento social
- Enfrentamiento y alejamiento de familiares y amistades
- Absentismo laboral / Pérdida de empleo
La salud mental de las mujeres que sufren violencia de género
La violencia de género está estrechamente vinculada a trastornos psicológicos. Las mujeres y las niñas que han sufrido violencia por parte de sus parejas, familiares o de terceros tienen casi el doble de probabilidades de padecer depresión en comparación con aquellas que no han experimentado violencia.
Además, tienen más probabilidades de padecer:
❌ Depresión o ansiedad
❌ Trastornos del sueño o estrés postraumático
❌Trastorno de la conducta alimentaria
❌Intento de suicidio
❌ Desesperanza, culpa, vergüenza o sensación de fracaso
❌ Confusión, inseguridad, baja autoestima o miedo/bloqueo para tomar decisiones
En España, según un estudio realizado por el Ministerio de Igualdad de España en 2022, el 70% de las mujeres y las niñas víctimas de violencia de género sufre ansiedad o depresión, y un 50% ha realizado un intento suicida o tiene pensamientos suicidas.
Por eso, la atención médica y psicológica individual y/o grupal es vital en las fases tempranas, ya que no solo salva vidas, sino que evita el trauma psicológico que este tipo de violencia puede ocasionar de por vida.
Proyectos de Médicos del Mundo para víctimas de violencia
Desde Médicos del Mundo consideramos la violencia de género como una vulneración de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, entre los cuales está el derecho a la salud.
Por ello, desarrollamos programas de prevención, detección, atención/derivación y sensibilización/denuncia contra la violencia destinados a distintos públicos:
👉 Prevención de la violencia de género en mujeres migrantes en riesgo o situación de exclusión social
Desde Médicos del Mundo realizamos sesiones de formación y asesoramiento. Solo en 2023, formamos a un total de 388 personas.
👉 Prevención de la violencia de género en la adolescencia y juventud
Médicos del Mundo realizamos talleres a profesores y estudiantes tanto de primaria como de secundaria y educación superior, para eliminar todas las formas de violencia de género en estas edades y promover una educación basada en la igualdad.
👉 Erradicación de la Mutilación genital femenina
La Mutilación Genital Femenina es una práctica que vulnera los derechos humanos de mujeres y niñas, principalmente de África y Oriente Medio, que tiene sus orígenes en la desigualdad de género y es considerada una forma de violencia contra las mujeres.
Desde Médicos del Mundo, con un enfoque de prevención y sensibilización, buscamos que se reduzca su práctica en todo el mundo y mejoramos las condiciones sanitarias y la integración social entre las inmigrantes residentes en España procedentes de lugares donde se realiza esta práctica.
Solo en 2023 hemos atendido (exploración genital, informes clínicos de MGF y acciones preventivas y sanitarias) a 715 mujeres de más de 30 países; entre ellos, Gambia, Nigeria, Senegal, Marruecos y Mali. Además, desde que trabajamos para erradicar la mutilación, hemos impartido más de 50 formaciones a más de 1.000 profesionales sanitarios.
👉 Apoyo a mujeres en situación de prostitución
Desde hace más de 30 años, desde Médicos del Mundo proporcionamos apoyo a mujeres en situación de prostitución desde la incidencia política, la sensibilización social y la intervención sanitaria para promover la erradicación de cualquier tipo de explotación sexual reclamando alternativas reales que permitan a estas mujeres abandonar la prostitución.
A lo largo de todos estos años, hemos atendido a más de 100.000 mujeres y hemos observado cómo este tipo de violencia afecta negativamente a su salud física, sexual y mental y vulnera los derechos humanos.
Cómo ayudar a combatir esta emergencia
Erradicar la violencia de género es una responsabilidad colectiva que afecta profundamente a la dignidad humana y al bienestar de las mujeres y las niñas que la sufren.
Es una cuestión de derechos humanos, ya que nadie debería vivir con miedo a ser maltratado o abusado por su género; tiene graves consecuencias en la salud (daños físicos y psicológicos, generalmente, a largo plazo); y, por último, influye en el desarrollo de las futuras generaciones, que pueden reproducir y perpetuar comportamientos basados en la desigualdad o los roles tradicionales.
Cada gesto cuenta: desde la educación en casa y la denuncia y el apoyo a las mujeres y las niñas que la sufren o la han sufrido hasta la posibilidad de hacerte socio/a o la donación a causas como la mutilación genital femenina o la explotación sexual, que tratamos de erradicar desde Médicos del Mundo con nuestros programas estatales y autonómicos.
Necesitamos que toda la sociedad se involucre en construir un mundo más justo y seguro, con relaciones sanas, respetuosas y equitativas.
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