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Una educación sexual y afectiva responsable para prevenir la violencia de género

Fotografía: Médicos del Mundo

Una educación sexual y afectiva responsable para prevenir la violencia de género

Muchas veces vamos a escuchar eso de que –la libertad de un individuo termina donde empieza la libertad de otro- pero, si hablamos de la sexualidad, ¿dónde está ese límite que determina la libertad de cada uno? ¿Podríamos decir que esa línea vincula el respeto y el placer?  ¿Qué rol tiene la pornografía y la cultura que consumimos en la construcción de nuestra sexualidad

Las películas, los libros, la música y la fotografía que escuchamos, las referencias y el acceso a información brindada por especialistas, tienen un papel clave en el trazado y adquisición de una educación sexual y afectiva responsable. Aunque las cosas están cambiando, durante años nos hicimos una idea del sexo basada en la hipersexualización del cuerpo de la mujer y percibimos al hombre como un ser fuerte y violento, muy estereotipado. Además, no ha ayudado, que, en la infancia, con suerte, la poca educación sexual con la que contamos fuera colocar un preservativo sobre un pepino o un artefacto que emulaba el sexo masculino. Nunca conocimos en la escuela cómo era la vagina y mucho menos, para que servía el clítoris.  

Médicos del Mundo considera que la educación sexual es determinante en la formación de habilidades, valores y para la toma de decisiones que permitan proteger y protegerse. Además, la educación sexual es como andar en bicicleta: es para toda la vida.   

 

¿Qué se entiende por educación sexual? 

 

Es la educación que ofrece a los jóvenes información apropiada sobre sexualidad, salud sexual y reproductiva, y que es fundamental para desarrollar competencias que servirán para la vida. Según la Organización Internacional para la Salud (OMS), la educación sexual incluye la capacitación en cuestiones relativas a la familia o las relaciones, pero también incide sobre la anatomía, la pubertad, la menstruación, la anticoncepción y el embarazo y sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).  

 

¿Qué es la educación sexual y cuál es su importancia? 

 

La educación sexual es un proceso que proporciona información y desarrolla habilidades relacionadas con la sexualidad humana. Esto incluye el conocimiento sobre la reproducción, la prevención de enfermedades de transmisión sexual, la ya citada anticoncepción, el consentimiento, las relaciones saludables y el respeto mutuo.  

Pero, ¿qué implica para las nuevas generaciones, para los infantes o adolescentes en pleno desarrollo? “Supone conocerse, entenderse, transitar los cambios de su cuerpo, pero también percibir esos cambios en relación a los demás, en las emociones, en cómo se sienten, cómo se perciben...”, añade Begoña González, educadora social y experta en prevención de explotación sexual.  La educación sexual es muy importante porque nos ayuda a entender cómo funcionan nuestro cuerpo y nuestras emociones y se hace crucial cuando se trata de temas relacionados con el amor y la intimidad. 

“Podríamos pensar que la educación sexual es útil únicamente para evitar situaciones que no queremos, como embarazos no planeados o enfermedades de transmisión sexual, pero no se ciñe sólo a esto”, destaca González.  La experta en prevención de explotación sexual también resalta la importancia de que ambas personas estén de acuerdo y se respeten mutuamente, “nos permite tomar decisiones conscientes sobre nuestra salud sexual y las relaciones amorosas”. En resumen, “la educación sexual es como una guía que nos ayuda a vivir vidas sexuales y amorosas más saludables y felices”, insiste. 

Vemos la importancia de la educación sexual, por ejemplo, si pensamos en la discriminación que existe sobre las personas LGTBI, en el trabajo, la escuela, en el pub, a la hora de buscar un alojamiento o quieren acceder a servicios de salud. Las burlas y la discriminación que existe es un indicador claro de la importancia de crear entornos inclusivos y libres de prejuicios. 

 

¿Cuál es el propósito de la educación sexual? 

 

El propósito de la educación sexual es proporcionar a las personas las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y saludables sobre su vida sexual y sus relaciones. Esto incluye la promoción del consentimiento, la prevención de riesgos para la salud, la comprensión de la diversidad sexual y de género, y la promoción del respeto mutuo en las relaciones sexuales y románticas. La educación sexual busca empoderar a las personas para que vivan vidas sexuales afectivas, plenas y satisfactorias

La educación sexual es una herramienta que nos ayuda a elegir hábitos y a tomar buenas decisiones en el ámbito sexuales a lo largo de nuestra vida. Muchas personas siguen pensando que es inefectiva y que sólo sirve para que la juventud empiece antes activar su vida sexual. Nada más lejos de la realidad, numerosos estudios han demostrado la efectividad de la educación sexual. Según la OMS, es muy útil para corregir ideas relativas a la masturbación, como el cliché de que la masturbación es mala para la salud. Corregir estos estereotipos es determinante a la hora de educar a los más jóvenes sobre sus cuerpos y límites, lejos del rubor o la vergüenza. 

 

¿Cuándo es el momento adecuado para hablar sobre educación sexual con nuestros hijos e hijas? 

 

No hay un momento exacto, ni es a los 7, ni a los 11, ni a los 13 años, pero es recomendable hablar sobre educación sexual con nuestros hijos e hijas, teniendo en cuenta siempre su nivel de desarrollo y curiosidad. Sin embargo, generalmente es recomendable iniciar conversaciones desde una edad temprana, adaptando la información a su comprensión. Se puede comenzar con conceptos básicos sobre el cuerpo humano y luego ir progresando a medida que crecen. La comunicación abierta y continuada en el tiempo es esencial para que los hijos e hijas se sientan cómodos al hablar de cualquier cosa, especialmente de su sexualidad.  

“La sexualidad forma parte de nuestra vida y nuestro desarrollo, igual que trabajamos otros momentos o fases de su desarrollo, cuando se les caen sus primeros dientes, sus chichones... de la misma forma es importante que abordemos su desarrollo con naturalidad, ayudándoles a relacionarse con su sexualidad de una manera positiva, segura y respetuosa”, explica Begoña González, educadora social y experta en prevención de explotación sexual. 

 

¿Cuál es la mejor manera de abordar preguntas sobre la masturbación con adolescentes? 

 

Hay algunos puntos a tener en cuenta a la hora de enfocar una conversación sobre masturbación o también llamado onanismo. Es importante partir de la idea de que las personas merecen igualdad y dignidad en sus relaciones. El respeto mutuo, la igualdad de género y el consentimiento, ayudan a prevenir actitudes y comportamientos que pueden conducir a la violencia de género.  

La cultura, en ocasiones, ha retratado el acto de la masturbación como un gesto despreciable y vergonzoso, sin embargo, está más cerca de ser un acto de autodescubrimiento y amor propio. De hecho, la masturbación es sexo en sí mismo, no algo que nos conduce al sexo. Desvelar e incidir sobre que algunos mitos durante la infancia que conforman el tabú de la masturbación y destacar el vacío que existe en cuanto a conocimiento de la masturbación femenina, nos ayuda a abordar este tema con adolescentes.  

Al googlear “masturbación” encontramos distintas dudas como: - ¿qué es masturbar para niños?, ¿qué pasa si me masturbo y qué consecuencias tiene en los hombres?, o ¿las pajas afectan a la vista? -. Por esto, es necesario “fomentar un pensamiento crítico en los adolescentes, rechazando estereotipos contribuye a impulsar un ambiente en el que las personas sean más propensas a reconocer y rechazar actitudes sexistas y violentas. También es importante la comunicación abierta. Al alentar a las personas a hablar sobre sus deseos, necesidades y límites, se reduce la posibilidad de malentendidos y conflictos que pueden llevar a la violencia”, explica González.   

 

¿Cuál es la edad legal para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva sin el consentimiento de los padres? 

 

En España, el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, como, por ejemplo, el aborto o interrupción voluntaria del embarazo está contemplada a partir de los 16 años.  

 

¿Cómo puedo asegurarme de que la educación sexual sea inclusiva y respetuosa con todas las identidades de género? 

 

Es importante que utilicemos un lenguaje inclusivo, reconociendo la diversidad de género (si nos sentimos como hombre, mujer u otras opciones). Existen diversas identidades de género. Además, se deben abordar otros aspectos como la orientación sexual, el consentimiento y el respeto mutuo. “Es importante escuchar y validar las experiencias de las personas de todas las identidades de género y orientaciones sexuales y tratar de no ridiculizar ni menospreciar las identidades. Que no las conozcas o entiendas no quiere decir que no existan”, señala González.  

La educación sexual puede incidir y ayudar a cambiar las normas basadas en la desigualdad de género. La desigualdad y los comportamientos discriminatorios surgen en la infancia y esto puede arrastrar, en muchos casos, comportamientos excluyentes durante la etapa de vida adulta. Por ello, fomentar las relaciones respetuosas basadas en la empatía y el entendimiento y acompañar esto de una educación sexual de calidad, trae un empoderamiento que permite a los jóvenes, también responsabilizarse de sus decisiones y conductas.  

 

¿Debe existir educación sexual en colegios e institutos?  

 

Tanto la educación como la información en materia de derechos sexuales y reproductivos son importantes porque sirven para aclaran cuestiones biológicas y permiten tomar decisiones, libres de coacciones, violencias, discriminación y estereotipos. La educación sexual es determinante para todas las personas y en especial muy efectiva a partir de edades tempranas. Además, es importante que la educación sexual comprenda diferencias de identidad de género y no esté enfocada sólo a un público masculino y heterosexual como venía pasando históricamente con el fin de acabar con muchas inseguridades.  

El derecho al acceso a educación sexual puede verse limitado con frecuencia. Los países en vías de desarrollo ven reducido el acceso a esta información. Por esto, lejos de negarla o prohibirla, proyectar e invertir en educación sexual fomenta el establecimiento de relaciones personales que nos hacen mejores.  

En el trabajo de prevención de la explotación sexual en la infancia y la adolescencia se considera esencial trabajar la educación sexual y afectiva. Médicos del Mundo lleva a cabo talleres sobre este tema con adolescencia en centros tutelados. Este programa se encuentra enmarcado en un Plan más amplio: el Plan de inserción sociolaboral para mujeres en situación de prostitución que desarrolla Médicos del Mundo y cuenta con el impulso del Ministerio de Igualdad, la Secretaría de Estado e Igualdad y el Instituto de las Mujeres.

Clara
Arias Sánchez

 

 

Clara Arias Sánchez. Periodista,  productora audiovisual y máster en Estudios Contemporáneos de América Latina. Me interesan cuestiones como el (neo)colonialismo y las empresas transnacionales. Tengo un proyecto editorial: Revista Transversal.